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La liberación del precio de las gasolinas es una ilusión: Ángel Verdugo

Por Staff Códice Informativo - 01/06/2017

El analista en el noticiero de Pascal Beltrán del Río, que se transmite en Querétaro en Imagen 91.7 FM, asegura que Hacienda sigue manipulando a conveniencia el precio final de las gasolinas y para ello utiliza al IEPS

 La liberación del precio de las gasolinas es una ilusión: Ángel Verdugo

Foto: Iván Castaneira

El año 2017 empezó muy convulso tras el anuncio, a finales de 2016 –el 27 de diciembre para ser exactos– por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) del aumento en los precios finales de las gasolinas Magna, Premium y Diésel en todo el país. La especulación apresó al país y una escasez, real o ficticia, de gasolina en varios estados, incluido Querétaro, crearon un entorno volátil que provocó manifestaciones sociales de alta magnitud.

En Querétaro durante varios días consecutivos manifestantes cortaron la circulación en la autopista México-Querétaro, en puntos como Tepotzotlán o la caseta de Palmillas, y también en la autopista Querétaro-Celaya, en la caseta de entrada a la ciudad.

En el Estado de México, sobre todo, se presentaron saqueos supuestamente en protesta por el aumento a los precios de la gasolina, y en Querétaro, específicamente en San Juan del Río, un intento de saqueo contra un Chedraui fue frustrado por la policía con un saldo de 24 personas detenidas, el 4 de enero. Al día siguiente, en la capital, un rumor de saqueos en la Plaza de la Tecnología y el Mercado Escobedo provocó una suerte de psicosis colectiva que se esparció por toda la ciudad y por el que decenas de negocios y plazas comerciales cerraron sus puertas por una emergencia falsa.

El ‘mal humor social’, como llamó alguna vez Enrique Peña Nieto al descontento generalizado que hay sobre su gestión y el hartazgo que existe en diversos sectores de la sociedad por la situación política del país, disminuyó con el paso de los días. A partir del 3 de febrero, cuando la SHCP anunció que no habría un nuevo ‘gasolinazo’, las protestas disminuyeron y el golpe de la gasolina se asentó en la colectividad.

Pero el tema del precio de la gasolina lejos está de haberse resuelto. Con la disminución del malestar social, para muchos espacios de análisis y opinión el asunto no ha requerido de más atención, pero para Ángel Verdugo, quien de lunes a viernes participa como analista en el noticiero de Pascal Beltrán del Río, en Imagen 91.7 FM en Querétaro, los aspectos que configuran el precio de la gasolina han implicado una profundización que le llevó  a dar cuenta de que, lejos de fraguarse una liberación del mercado, como se ha dicho desde las esferas oficiales, en realidad el precio de la gasolina es un mecanismo del aparato recaudador mexicano.

 

El IEPS, el juego de la recaudación

La tesis principal que Ángel Verdugo ha compartido en su espacio de análisis es que la SHCP utiliza el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) como una banda de ajuste para que, independientemente de la fluctuación del precio de las gasolinas, la recaudación que va a parar al gobierno federal no se vea afectada.

De forma sencilla, esto significa que si las gasolinas incrementan su costo, el IEPS disminuye para que el precio final al público no supere las barreras establecidas, pero si el costo disminuye, en lugar de que esto se vea reflejado en gasolinas más baratas para el consumidor, el IEPS incrementa para mejorar la recaudación a costa de un precio final que se mantiene en los mismos márgenes, con variaciones de apenas unos centavos.

Esto es algo que, de acuerdo con Ángel Verdugo, las autoridades recaudatorias de México no han explicado de forma transparente. Han dicho que si los costos de la gasolina disminuyen por la fuerza del mercado, entonces los precios a los consumidores mejoraran en consecuencia, pero no han dicho que utilizan un impuesto como una palanca para mantener los precios en un margen artificial. La liberación del mercado de las gasolinas es una ilusión.

«No hay mano invisible de Adam Smith, no hay liberación, porque además no hay condiciones de infraestructura […] prácticamente estamos hablando de que el programa de liberación de combustibles para este 2017 ha sido una ilusión y lo será en tanto no haya una inversión extraordinaria en términos de volumen de inversión por parte de los particulares para desarrollar su propia infraestructura».

Este mecanismo, asegura el analista, se construyó en 2016 ante el súbito incremento de los costos de la gasolina hacia el mes de agosto. La caída en los precios del petróleo y el ascenso del dólar provocaron que la gasolina pasara de 13 pesos con 16 centavos en enero a 13 pesos con 98 centavos a partir de agosto y hasta diciembre, el máximo permitido por la Ley de Ingresos de ese año.

El precio final no podía pasar esa barrera porque así estaba establecido en ley, sin embargo los costos reales eran muchos más elevados. Para revertir la situación, la SHCP tuvo que disminuir la recaudación del IEPS de 4 pesos 16 centavos en enero, a 2 pesos con 60 centavos en diciembre. La gran disminución de la recaudación por IEPS provocó que la SHCP ajustara los precios a final de año y para recuperar el nivel de recaudación, puso sobre la mesa el famoso ‘gasolinazo’. El brusco ajuste se determinó para recuperar el IEPS.

 

¿Por qué prácticamente no ha disminuido el precio de la gasolina en 2017?

Con el incremento de los precios finales de las gasolinas, ya en 2017, la SCHP volvió a abrir el margen de maniobra para determinar el precio y su recaudación. El problema es que públicamente se afirma que esto obedece a un ajuste de México al mercado internacional de los hidrocarburos, una liberación del mercado que se ha querido vender como una acción responsable para salvar la economía del país.

El tope del IEPS, para este 2017, se determinó en 4 pesos con 30 centavos. Sobre ese margen, lo que hace la SCHP es disminuir o incrementar la recaudación de acuerdo con el costo de las gasolinas. El precio del dólar ha disminuido considerablemente de enero a junio, y sin embargo, el precio final de la Magna, la gasolina más consumida en México, apenas ha variado algunos centavos. Pero el IEPS, en cambio, ha incrementado.

De acuerdo con Ángel Verdugo, así se ha comportado el IEPS en las últimas semanas en la Magna:

  • 8 de abril a 21 abril: 2 pesos 88 centavos
  • 22 de abril a 28 de abril: 2 pesos 83 centavos
  • 29 de abril al 5 de mayo: 3 pesos 91 centavos
  • 6 al 12 de mayo. 3 pesos 48 centavos

«¿Qué es lo que pasó para que del 8 de abril, que era 2.88 el IEPS aplicable al litro de Magna, haya subido al 6 de mayo al 3.481. Prácticamente estamos hablando de 60 centavos. Uno esperaría que el precio de la gasolina, el precio máximo, hubiese reflejado ese incremento, pero resulta que no fue así porque la variación del precio de la gasolina ha sido en este mes, del 8 de abril al 12 de mayo, de centavitos. ¿Cómo es posible que en este mes haya bajado el barril del petróleo, el precio del dólar, y el precio máximo no se mueva mientras el IEPS cambió al alza?», cuestiona el analista.

En menos de un mes, el IEPS incrementó más de un peso, pero las variaciones de los precios finales han sido apenas perceptibles. ¿Qué pasaría si el IEPS fuera fijo y no tuviera un margen de maniobra dependiendo de los intereses de la SHCP? El precio final de la gasolina Magna habría disminuido al menos un peso por litro de enero a la fecha.

En cambio, la SHCP aprovecha la situación para mejorar su recaudación, ahora que los costos se lo permiten. En cambio, al consumidor final le ofrece algunos centavos de mejoría que apenas y se notan en la economía de una familia promedio.

«Podrán ponerle otro nombre a la gasolinería, podrán ponerle otros colorcitos, pero al final de cuentas quien le sigue vendiendo la gasolina es Pemex, quien le sigue fijando el precio es Pemex, y no pueden moverse de ahí», lamenta Verdugo.

 

Sin transparencia

Si ahora la SHCP está recaudando más IEPS, ¿a dónde se está yendo ese dinero? Si hubiese transparencia en el tema de la gasolina en México, un consumidor podría ver desglosado en su ticket de compra a dónde irá a parar el impuesto sobre el producto que está adquiriendo, sin embargo, ese no es el caso. De acuerdo con Ángel Verdugo, en el primer trimestre de 2017, la mayoría de ese recurso fue a parar a Pemex, que mejoró su situación financiera en los últimos meses, esto como una condición para mantener su calificación crediticia.

«Ese dinero, quien ha ganado hasta ahorita, ha sido la Secretaría de Hacienda y Pemex también, porque le queda más cantidad de recursos. De tal manera que si usted revisa los datos en el primer trimestre, presumen ahora que ya tuvo una utilidad Pemex. Claro, porque la Secretaría de Hacienda sacrifica su IEPS, lo baja, en vez de ser 3.18 que tenía lo llegó a tener a 2.88, entonces ese sacrificio y con el ahorro en el precio internacional, se los da a Pemex para que sus números suban a pesar de que vendió menos litros por día».

La deuda externa de México ha incrementado de forma incesante en los últimos años. Mientras en 2015 finalizó en 161 mil 609 millones de dólares, a final de enero de 2017 se situó en 180 mil 647 millones de pesos. La diferencia es de más de 19 mil millones de dólares.

La SCHP, de acuerdo con Ángel Verdugo, necesita recaudar más recursos para poder hacer frente a este problema, pero en lugar de incrementar la base recaudatoria y mejorar la formalidad, lo hace apretando aún más al consumidor de gasolinas, que es prácticamente cualquier ciudadano.

Aunque el 2017 comenzó caliente debido a la molestia generalizada por el ‘gasolinazo’, hoy ya no encuentran ni visos de las protestas que sacudieron los primeros días de enero. Ahora que reina una aparente calma, Hacienda sigue manipulando a oscuras y a discreción el precio de las gasolinas en beneficio de las arcas públicas con la única pretensión de maquillar la situación de un Pemex moribundo y de sacar agua a cubetazos de un bote horadado llamado deuda externa que sigue hundiendo al país mientras el gasto público aumenta, y con 2018 en el horizonte que promete ser una feria del dispendio. Y todo con cargo al bolsillo de los mexicanos.


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