Salud Mental y Adicciones
Hola a todas las personas que están leyendo esta columna #Cuidadanía. Ya estamos en pleno periodo electoral, escuchando propuestas de todo tipo por parte de […]
Hola a todas las personas que están leyendo esta columna #Cuidadanía. Ya estamos en pleno periodo electoral, escuchando propuestas de todo tipo por parte de las candidaturas de todos los colores partidistas. Sin embargo, muy pocos candidatos y candidatas se han pronunciado claramente en cómo van a atender uno de los graves problemas que están aquejando a cada vez más niños, niñas, adolescentes y juventudes del Estado de Querétaro, estoy hablando del deterioro de la Salud Mental y las Adicciones.
Durante la Pandemia, uno de los grupos sociales que más se vio afectado en su salud mental fueron las niñas, niños y adolescentes, que fueron condenados a tomar clases en línea y estar confinados por más de un ciclo escolar. Cuando volvieron a tomar clases presenciales, las y los maestros reportaron que no sólo habían tenido un retraso considerable en habilidades cognitivas, sino marcadamente en habilidades sociales, y muchos de esas niñas, niños y adolescentes habían sido víctimas de violencia durante la pandemia. Se explica así el incremento en cifras de violencias, suicidios y consumo de sustancias psicoactivas que detectan las estadísticas después de la Pandemia por Covid-19.
La Salud Mental y las Adicciones son un tema tan importante para la Sociedad Queretana que no debe de quedar invisibilizado debajo de la alfombra de los prejuicios sociales, para seguir abandonando a miles de familias y personas en el Estado a la “deshonra de tener un familiar adicto” y como hasta ahora, dejar la mayor parte de la carga al entorno familiar, que lo vive en lo oscurito y prácticamente sin apoyos institucionales efectivos por la carga de prejuicios sociales que llegan a criminalizar a las personas consumidoras de sustancias psicoactivas.
Aquí el testimonio de una persona luchando por su salud mental y dejar las adicciones:
“A veces pensamos que lo puesto a la adicción es la abstinencia, como si fueran polos opuestos de lo saludable y no saludable. Más bien, lo opuesto a la adicción serían las relaciones estables, profundas, amorosas y dejar de vivir en un ambiente de alta discriminación, rechazo familiar, relaciones quebradas”.
¿Qué hacer?. Lo primero es hablar sin tapujos de la grave crisis de salud mental y adicciones que esta afectando a nuestras familias queretanas, para que a través de campañas masivas, las niñas, los niños, adolescentes y jóvenes en sus escuelas y por los medios de comunicación sepan que todas, todos y todes podemos caer en un bache de salud mental o en el consumo de sustancias psicoactivas en determinados momentos de nuestra vida, y poner a disposición de los alumnos consejerías que visiten las escuelas regularmente y puedan canalizar los casos detectados a las instituciones correspondientes.
Lo segundo es invertir más recursos en programas sociales de salud emocional en los barrios, donde la gente pueda hablar de sus problemas cotidianos y aprender nuevas herramientas para solucionarlos y transformar dolores emocionales en proyectos sociales comunitarios que hagan realidad la frase: “Del Yo individual, al Nosotros comunitario”.
Esto implica un gran movimiento de apoyo social y gubernamental hacia las poblaciones afectadas, para hacer comunidades productivas y resilientes entre pares, y de eso deberían estar también hablando las candidaturas a las presidencias municipales de las zonas metropolitanas de Querétaro.
Waltter López
Activista por los derechos de la comunidad LGBTTTIQ+ y vocero del Frente Queretano por el Derecho a la No Discriminación, A.C. Es miembro fundador del Centro Temporal de Servicios para personas en situación de calle Alcanfores y promotor de la Agenda Incluyente en el estado de Querétaro.