Contaminación de agua con arsénico, un problema de salud pública mundial
Según el Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos, de la Unesco, este fenómeno afecta a 140 millones de personas en 70 países
En Pinal de Amoles, Querétaro, un total de 120 personas ingirieron agua contaminada con arsénico. ¿Es Pinal de Amoles un caso aislado en el mundo? De ninguna manera. De hecho, la contaminación de agua con arsénico es un problema de salud pública mundial, reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), por sus siglas en inglés).
El Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos (WWAP), perteneciente a la UNESCO, considera que la contaminación de agua con arsénico afecta a 140 millones de personas en 70 países del mundo.
En 2008, un estudio de este programa reveló que el 13 por ciento de la población mundial, es decir, 884 millones de personas, tenían acceso a fuentes de agua no mejorada, como le pasa a las 172 personas que viven en la comunidad del Llano de San Francisco, en Pinal de Amoles, que toman agua directamente del manantial El Cedral.
En diciembre de 2012, a través de la nota descriptiva número 372, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advertía de los riesgos de la presencia de arsénico en el agua.
“La exposición prolongada al arsénico a través del consumo de agua y alimentos contaminados puede causar cáncer y lesiones cutáneas. También se ha asociado a problemas de desarrollo, enfermedades cardiovasculares, neurotoxicidad y diabetes”, advertía la OMS, que además expresaba que el arsénico tiene contacto con aguas subterráneas de áreas principalmente con suelos de tipo volcánicos.
Argentina, Bangladesh, Chile, China, la India, México y los Estados Unidos de América, son los países con mayor presencia de arsénico inorgánico, el más tóxico, en sus aguas subterráneas.
El arsénico también se encuentra presente en pescados y mariscos, así como en el tabaco, aunque en su forma orgánica, cuya toxicidad es mucho menos peligrosa para la salud.
“La intervención más importante en las comunidades afectadas consiste en prevenir que se prolongue la exposición al arsénico implantando un sistema seguro de abastecimiento de agua potable destinada al consumo como agua de bebida, a la preparación de alimentos y al riego de los cultivos alimentarios”, sugiere la OMS para solucionar el problema. La misma solución podría implementarse en Pinal de Amoles.