Por el reposicionamiento de Tequisquiapan, tanto local como nacional

Con la llegada del calorcito – justo cuando está por iniciar la primavera, la más hermosa de las estaciones – en Querétaro se vienen sus fiestas, sus ferias, en racimo. Las de sus pueblos y rancherías, las excelentes que se dan en la generalidad de sus municipios y que algunas ya alcanzan el calificativo de soberbias.

Este es el nivel que – al menos en el papel – debe de alcanzar la Feria de Tequisquiapan, 2019. “Tierra del Toro Bravo” es su nuevo lema.

En esta versión, la gente de Tequisquiapan, sus autoridades municipales, las del Estado, han preparado un evento de grandes alcances, de alto nivel no solo local, sino estatal y me atrevería hasta decir regional.

“Vamos por el reposicionamiento turístico de nuestro municipio de Tequisquiapan” expresaría, a manera de reto, su alcalde el Lic. Antonio Mejía Lira.

Y los condimentos y esencias para esta versión, ya están puestos en la mesa: Buscan darle relevancia al arte. Y de estos sobresale el taurino, lema de feria; al arte de la música, en dos de sus vertientes: la clásica y selecta, con la presentación relevante de la Filarmónica de Querétaro, que vine bajo la dirección de Ludwing Carrasco; pero también al arte de la música popular, con bandas que interpretan el género regional mexicano y, finalmente, al arte de la gastronomía, en la que fama tiene esta municipalidad, con sus exquisitos quesos, con sus regios y bien nacidos vinos de mesa, en toda la amplitud de sus presentaciones y variedades. Orgullo legítimo también de esta tierra.

De entrada y para el lucimiento de la Fiesta Brava, se constituyó, como en los buenos tiempos, el Patronato Taurino de Tequisquiapan, en donde se han conjuntado nombres con experiencia y prosapia, no solo en el redondel – que sobraría decirlo – sino desde la misma mesa de trabajo, que es donde nace la calidad de las intenciones.

Este singular Patronato es encabezado por el alcalde Mejía Lira; como secretario técnico ejecutivo está el periodista y taurófilo de hueso colorado, Lic. José Andrés Estévez Nieto, todo un acierto es su nombramiento; también ahí el entusiasta Flavio Ramírez, secretario técnico operativo de este Patronato al que igualmente han quedado integrados don Jorge Kahwagi y don José Represas, en calidad de vicepresidentes del Patronato. Ahí están los ganaderos de esta zona, algunos de los cuales alcanzan el rango de leyenda en la fiesta brava: don Fernando de la Mora, Julián Handam y el arquitecto Sordo Madaleno. O los ganaderos queretanos – igualmente integrados al Patronato – como Gonzalo Iturbe o empresarios como Nicolás González Aréstegui.

La presentación de la Feria de Tequisquiapan “Tierra del Toro Bravo” se hizo en toda forma y con toda la intención de lucirla, en un amplio salón de conocido hotel de la capital queretana, teniendo como fondo el hermoso cartel promocional de este evento.

En la línea de honor, además de los citados, también estuvieron el maestro Héctor Aristo, coordinador del área artística del Patronato y algunos de los que, en el ruedo, se las verán con los toros de lidia, orgullo de esta tierra. Ahí la matadora de toros, Paola Sanromán, que es de casa, de la sangre nueva de la dinastía Sanromán; Tarik Othón y Brandón Campos. El cartel fuerte, por así decirlo, lo integran Octavio García “El Payo”; Eduardo Gallo y Javier Tapia “Calita” este ahí presente, un joven que salió en hombros recientemente de la Plaza México .

Los ingredientes todos están ya puestos sobre la mesa, cuidados con esmero y con la clara intención de devolverle a este municipio la fama de hospitalario, de reiterar que es, efectivamente, la tierra del toro de lidia pero también de que todo visitante, se lleve la mejor de las impresiones por el carisma de su gente y su característica hospitalidad.

Habrá también – el 18 de este mes de marzo – una tienta pública de ganado bravo, con entrada gratis y llevando novilleros que ya están despuntando en esta hermosa pero también riesgosa profesión.

Ah, el escenario de toda esta feria, será la el Jardín Principal, el Parque de La Pila y desde luego, la Plaza de toros “Rafael García” otro histórico de esta tierra en la fiesta brava.

Otro ingrediente que está siendo cuidado para este magno evento es la seguridad, tanto en todos los eventos y espectáculos como en las mismas corridas de toros.

Es pues, una feria eminentemente familiar, que viene a reposicionar a esta tierra en la segunda década del siglo XXI como tierra del queso y del vino, del toro de lidia, en una tradición que fama la diera y que ahora van a su rescate.

La mesa esta puesta y pronto iniciará la fiesta. Será del 15 al 21 de marzo. Agéndelo.

“Nadie se quedará en la calle, disponemos de 1,350 habitaciones de hotel y los tequisquiapenses sabremos cómo nos las arreglamos para rescatar el prestigio que teníamos de municipio hospitalario” señaló, confiado, el alcalde Toño Mejía.