Tonatiuh Salinas y su análisis FODA

Luego de que el pasado domingo el Ingeniero Tonatiuh Salinas Muñoz asumiera el cargo como dirigente estatal del PRI en Querétaro, el staff de Códice Informativo pone a su disposición un análisis con las principales fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas de dicho personaje.

Fortalezas

Apoyo del gobernador.  Desde el inicio de la “administración Calzada” Tonatiuh ha sido respaldado en múltiples ocasiones para asumir responsabilidades de primer orden tales como su designación en la Secretaría de Desarrollo Sustentable, la coordinación de la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto en 2012, su paso fugaz por la Secretaría del Trabajo y ahora su nuevo encargo al frente del Revolucionario Institucional. Sin duda alguna Tona, como lo llama su primer círculo, es el hombre de las confianzas del gobernador Calzada.

Visto bueno del CEN.  La estructura vertical con que se maneja el Revolucionario Institucional es sin duda una fortaleza para nuestro personaje, ya que sin el visto bueno del Comité Ejecutivo Nacional, quizá Tonatiuh no hubiera podido lograr el cargo que hoy ocupa. Ese respaldo nacional puede considerarse como una fortaleza del Ingeniero.

Facilidad de palabra. Aunque algunos miembros del staff no estuvieron muy de acuerdo en este punto, lo cierto es que nuestro personaje es bueno para capotear preguntas incómodas de los reporteros, también lo es que sabe improvisar y salir del paso cuando las circunstancias no le son favorables. Y generalmente sale bien librado de situaciones incómodas con los medios de comunicación.

Juventud. Si bien en política muchas veces más que una fortaleza, la juventud pudiera ser una debilidad, lo cierto es que Tonatiuh podría ser el joven más maduro, más centrado y con mayores responsabilidades dentro del equipo calzadista, lo cual le puede dar ciertas ventajas para consolidar sus proyectos políticos.

Oportunidades

Perfilarse en alguna posición político-electoral.  El hecho de llevar la batuta del  PRI estatal, podría permitirle a Tonatiuh hacerse de un cargo público tal y como le ha pasado a Braulio Guerra, Hiram Rubio o Jesús Rodríguez, quienes en su momento supieron capitalizar la oportunidad para garantizar una curul tras su paso por el partido tricolor.

Incremento de capital político. Es obvio que al “encabezar” al partido en el poder en la entidad, nuestro personaje está expuesto a una mayor exposición mediática, lo que sin duda retribuye en un mayor capital político entre el electorado.

Consolidar al PRI como partido. A estas alturas del sexenio, el PRI sigue sufriendo la incertidumbre en los resultados electorales, prueba de ello es la elección pasada tanto a nivel federal como estatal; en virtud de ello Tonatiuh Salinas tiene como principal área de oportunidad retener la gubernatura y el municipio de Querétaro en primera instancia, pero también recuperar municipios importantes, distritos federales y locales que hoy se ven lejanos para el tricolor.

Roce con ligas mayores. Al ocupar la presidencia del PRI estatal, Tona tendrá  la oportunidad de “trabajar” con actores políticos de gran envergadura, lo que sin duda puede derivar en un mayor aprendizaje y experiencia política para este joven queretano.

Debilidades.

Falta de institucionalidad. Si bien es cierto que Tonatiuh es el hombre de las confianzas de José Calzada, también lo es que nunca ha sido líder o dirigente de ningún sector o agrupación al interior del Revolucionario Institucional; lo cual sin duda se traduce en una debilidad de institucionalidad hacia ese organismo político.

Sospechoso pasado. Los que saben afirman que Salinas Muñoz tiene un pasado panista, cuando en 2003, hace apenas 10 años, coordinó la parte financiera del precandidato de Acción Nacional a la gubernatura de Querétaro,  Eduardo Magaña Lusthoff. Lo curioso del caso es que los estatutos del Revolucionario Institucional exigen mínimo 10 años para encabezar al partido y de igual forma prohíben expresamente el apoyo a cualquier candidato abanderado por otra fuerza política. Hay quien incluso afirma que ya buscan con ahínco la credencial de adherente panista del ahora dirigente priísta en los archivos de Acción Nacional.

Impericia política. Nuestro personaje, al no contar con mayor trayectoria en la política partidista, podría adolecer de tacto político lo cual, a la postre, podría traducirse en una debilidad para lograr acuerdos, construir alianzas y negociar coaliciones con otras fuerzas políticas, sin citar los desencuentros entre las diferentes corrientes y sectores de su partido.

Falta de contacto con la base. Hay quien piensa que Tonatiuh es simplemente un priísta de ocasión, cuyo principal fin es salvaguardar los intereses y proyectos del primer priísta en la entidad. En ese sentido, la falta de contacto con la base partidista puede convertirse en un serio dolor de cabeza para este novel dirigente.

Amenazas.

Fracturas al interior del partido. Los proyectos personales, las inconformidades y los intereses de algunos destacados militantes son una seria amenaza para nuestro personaje, lo cual a la postre podría poner en riesgo los trabajos de la dirigencia estatal.

Perfiles del PAN. Quienes conocen de política dicen que algunos perfiles panistas van por delante de los cuadros más destacados del tricolor, tanto en lo que se refiere a la gubernatura, como en el municipio de Querétaro. Hay quien afirma haber visto encuestas con amplia ventaja de Pancho Domínguez y Marcos Aguilar sobre cualquiera de los suspirantes del tricolor. Esta situación es, sin duda, una amenaza bastante contundente en las nuevas ocupaciones del dirigente estatal tricolor.

Malos resultados en el 2015. Sin duda la principal amenaza de Tonatiuh Salinas es entregar malas cuentas en el próximo proceso electoral, esto podría dar al traste con su meteórica y múltiple carrera política. Y es que si usted echa un vistazo a los resultados de la elección federal del año pasado, podrá comprobar el tamaño de la amenaza que ahora describimos en estas líneas.

Cambios inesperados. Si el día de mañana surgiera alguna situación donde nuestro personaje debiera encabezar, abanderar, sustituir u ocupar otro nuevo encargo, tal y como ha venido sucediendo, pondría en riesgo la continuidad de los esfuerzos que ahora ha iniciado, amenazando así las estrategias político electorales del PRI estatal.