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El cerillo que ya prendió

Por Staff Códice Informativo - 03/09/2013

Hay quien dice que la “bellota garridista” se ha convertido en roble

 El cerillo que ya prendió

Después de muchos esfuerzos para que la prensa hablara de él, el otrora joven maravilla ha logrado encender los reflectores mediáticos.

Y es que después de 50 semanas en que la oficina de comunicación del flamante diputado mandara boletines de prensa los domingos por la tarde noche a todas las redacciones con la esperanza de que fueran publicados los lunes en los medios locales sin mucho éxito, hoy las circunstancias políticas le han dado la vuelta a la tortilla.

El nombramiento de Anaya como presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados lo pone en el ojo del huracán político y mediático a nivel nacional y, por ende, la ola se expande al ámbito local.

Decenas de columnas, comentarios, opiniones, entrevistas, notas y crónicas han abordado el perfil del nobel presidente de la cámara baja, quien por ley es también el representante del Poder Legislativo federal.

La coyuntura política en la que hoy se encuentra nuestro personaje, sin duda le ofrece una gran oportunidad de concretar sus aspiraciones en pro de consolidar su trayectoria.

Mucho se ha dicho ya sobre sus buenos oficios, sus orígenes, sus talentos, sus debilidades, incluso en este medio hemos dado cuenta desde hace tiempo de sus principales características. (Ver análisis FODA de Ricardo Anaya).

Lo cierto es que hoy en día a Anaya se le está presentando la que podría ser la oportunidad de su vida.  Pero vamos por partes; el hecho de que ocupe el más alto cargo en el Legislativo combinado con la agenda que hay pendiente y las prontitudes del Ejecutivo federal por sacar adelante dichos pendientes, brindan al político queretano no sólo la consolidación, sino la ocasión de desarrollar su potencial político en pro de los intereses de la élite nacional.

El propio Enrique Peña Nieto ha dicho públicamente que en los próximos 120 días se jugará todas sus fichas, razonando que las reformas que quedan pendientes a las que aludió en su campaña y después en su toma de protesta deberán sacarse en el periodo ordinario que esta comenzando.

Anaya Cortés ha declarado lo propio, al mencionar que este periodo de sesiones es histórico al tener pendientes por lo menos seis grandes reformas: reforma política, reforma electoral, reforma financiera, reforma hacendaria, reforma energética y toda la legislación secundaria en la reforma de telecomunicaciones.

Lo cierto es que al presidente Peña le interesan prioritariamente la reforma energética y la reforma hacendaria, mismas que constituyen la base de los ingresos públicos del gobierno federal; mientras que al PAN de Gustavo Madero le importan las reformas política y/o electoral.

En ese sentido si Anaya logra “planchar” las reformas que interesan a Peña Nieto, sin duda el gobierno federal y principalmente el habitante de Los Pinos podría quedar en deuda con el legislador queretano.

Ahora bien, si la regla de que gobernador no pone gobernador es real, aunado al rumor de que las decisiones importantes vienen del centro en el sistema priista, y que las candidaturas corresponden a decisiones verticales, el rompecabezas político de Querétaro podría irse armando de una forma antes no visualizada.

Y es que si a Pancho Domínguez le repusieron la camisa rota con un gobierno municipal, por qué no pensar que a Ricardo Anaya le paguen la factura de los buenos oficios con una gubernatura de un estado que apenas contiene el 2 por ciento del electorado nacional y que impacta en el P.I.B. nacional con el 1.98 por ciento de forma anual.

Pero, bueno, para que esta hipótesis se valide, primeramente debe darse la condición de que pasen en tiempo y forma las reformas de interés federal. Debe también analizarse el alcance real del legislador queretano, su capital político, las fichas que realmente tiene –no las prestadas- y si esas fichas son indispensables o no al juego que trae Enrique Peña Nieto.

De igual manera habrá que ver que nuestro personaje no pise cayos de propios o ajenos, que no descobije los intereses de su partido, de su burbuja maderista, que apapache desde su posición a su estado, que no enfríe sino que incremente el calor de su relación con el Ejecutivo estatal; que no promueva la división, sino la unidad entre el panismo queretano. Que respete, escuche y no subestime a quienes no coinciden con sus proyectos y aspiraciones personales.

Si Anaya hace su tarea, el siguiente nivel estará a la vista; si se engolosina o se empalaga, se puede indigestar y muy seguramente en vez de cobrar factura quedará a deber.

Por lo pronto el cerillo ya prendió, hay quien dice que la bellota garridista ya se ha convertido en roble. Aquel estilo de gobernar que tanto hastió a los queretanos podría estar mas cerca de lo que se ve de la casa de la Corregidora, prueba de ello es el largo saludo y agradecimiento de Peña a Anaya al final de su mensaje presidencial.


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