Análisis FODA de Roberto Loyola

Luego de que este domingo 7 de julio, rindiera su primer informe de gobierno el Presidente Municipal de Querétaro, Roberto Loyola Vera, Códice Informativo le presenta un análisis con las principales fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas del primer edil de la capital queretana.

Fortalezas. 

Inteligencia.- Hoy en día hay pocos, poquísimos políticos que puedan contar con un talento nato para hacer política en la entidad, uno de ellos sin duda es nuestro personaje, quien desde los quince años participa activamente en la vida política de nuestra entidad.

Lealtad.- Pese a la época de vacas flacas a partir de 1997 para el PRI, y con todo y que su hermano Ignacio Loyola se convirtió en el primer gobernador panista en Querétaro, Roberto nunca volteó bandera, fiel a sus principios aguantó estoico el triste desempeño de su partido no obstante 12 años de sequía política para el Revolucionario Institucional.

Claridad de objetivos.- El tiempo es un aliado en cualquier aspiración política que se tenga. En el caso de Roberto Loyola, el hecho de que las coyunturas lo posicionen como el más adelantado de su partido hacia la gubernatura estatal, hacen sin duda una fortaleza en nuestro personaje.

Buena trayectoria.- Quienes conocen de política interior, dicen que Roberto ha sido, por mucho, el mejor de los tres secretarios de Gobierno que ha tenido la actual administración estatal. Apagándole el fuego al primer mandatario en más de alguna ocasión y desazolvando los canales de comunicación con todas las fuerzas políticas y los actores sociales de Querétaro, cosa que hoy se percibe deficiente y lejana.

Oportunidades.

Hacer bien la tarea.- Dicen que los hechos hablan por sí solos; en ese tenor la mejor oportunidad que puede tener Roberto Loyola es la de desempeñar el mejor papel como Presidente Municipal, a efecto de posicionar los resultados entre la opinión del elector queretano. Los que saben comentan que si bien es una gran oportunidad, aún no se perciben resultados de alto impacto en la problemática social de la capital.

Su cargo público.- El hecho de ser el alcalde de la capital queretana, pone a Loyola como un serio aspirante a la gubernatura en 2015. Si a esto agregamos que no hay un aspirante tricolor en el Senado de la República, y que los mangos no terminan de madurar ni en el gabinete estatal ni en la Legislatura local, podríamos decir que Roberto tiene la cancha despejada para tratar capitalizar el objetivo de suceder a José Calzada, al menos al interior de su partido. Es decir la Presidencia Municipal es sin duda la antesala a la gubernatura estatal tal y como fue el caso del Arquitecto Antonio Calzada en 1979.

Niveles de gobierno.- Tanto el Ejecutivo Federal como el estatal y el municipal emanan del mismo partido político, eso en la práctica podría advertirse como una excelente oportunidad de coordinación política y electoral, lo cual podría perfectamente ser aprovechado por nuestro personaje para tomar ventaja sobre los aspirantes de otros partidos. Los que saben señalan que no es fácil que esta sintonía entre niveles de gobierno se haga realidad.

Operación política.- Loyola se ha podido rodear de vastos operadores políticos dentro de la administración municipal, basta echar un vistazo a las delegaciones municipales donde por lo menos cuatro de siete delegados son mas operadores que ejecutantes de la administración. Lo mismo resulta en la Secretaría de Desarrollo Municipal con Erick Osornio que en el IMPLAN con Erick Gudiño o la propia Coordinación de Delegaciones Municipales. Es decir, en varios casos la operación política va primero que la función pública de ciertos servidores.

El PRI.- En principio pareciera que el propio partido al que pertenece Loyola Vera, pudiera significar una buena oportunidad. El trabajo de Enrique Burgos en la sierra queretana, así como el tejido fino que se hace desde el Senado podrían aportar en pro de la carrera política de nuestro personaje. El brioso desempeño de la dirigencia estatal a cargo de Alonso Landeros, así como la escenografía mostrada como una robusta estructura del todopoderoso partido tricolor aunado a los actos que cotidianamente encabeza el gobernador Calzada, harían pensar a cualquier mortal que Loyola Vera va en caballo de hacienda hacia el siguiente objetivo.

Debilidades. 

Un discurso que no llega.- Si bien es cierto que la capital queretana es el municipio con mayor número de electores en la entidad y que si se suman los municipios conurbados, el número de electores llega a superar la mitad del padrón, lo cierto es que el discurso de Roberto Loyola no termina de llegarle al elector, verbigracia el primer informe de gobierno, donde predomina la felicidad de los habitantes sobre indicadores serios en materia económica o de seguridad.

Loyola no es nota.- Periodísticamente hablando, el presidente municipal no es una nota atractiva para la prensa local, mucho menos en el entorno nacional. Y es que lo acartonado de su administración, el empeño por no salirse del guión y la solemnidad con que se conduce, hacen que el personaje no sea atractivo para la prensa; mucho menos lo es para quienes aún están al pendiente de los medios de comunicación; del ciudadano de a pie mejor ni hablamos.

No luce lo que hace.- Parte de las debilidades de Loyola Vera son sin duda las estrategias de comunicación que se generan para  dar realce sus actividades. Y es que sus asesores de marketing aún no han sabido cómo sacarle jugo al personaje, no han sabido cómo comunicar de manera correcta los logros y éxitos de su administración, mucho menos han podido conectar con el ciudadano promedio. Si a lo anterior sumamos el brillo de José Calzada es lógico y natural, pensar que el brillo de Loyola Vera se pierde entre la cantidad de información, propaganda y rumorología que circula en la entidad.

Su equipo.- Es sin duda una gran debilidad el que algunos de los integrantes del equipo de Loyola Vera de vez en vez se saltan las trancas y van más allá de lo que les toca hacer o decir; o bien no trabajan al mismo ritmo; o peor aún, no generan los resultados esperados a veces con mucha esperanza por el propio alcalde. Quizá la forma en que se configuró el equipo no ha hecho la sinergia esperada por el configurador. De quienes cierran y abren las puertas de la oficina de la Presidencia Municipal mejor ni hablar, son sin duda los principales detractores de la imagen del político analizado.

Amenazas.

Su fortaleza puede ser su debilidad.- La lealtad de la que hablamos líneas arriba, puede ser sin duda también la principal debilidad de Roberto Loyola. Y es que si logramos entender la regla de que gobernador no pone gobernador, y a esa ecuación le sumamos el poco brillo que le están permitiendo irradiar desde la Casa de la Corregidora, es por demás obvio que a nuestro personaje lo tienen acotado. Esto sumado a la institucionalidad del partido en que milita podrían ser la perfecta amenaza para que Loyola Vera no pueda o no quiera dar el siguiente paso; si no se “desteta” a tiempo de su antiguo jefe, a Loyola Vera bien le podría ocurrir el devastador efecto “Juan José Ruíz”.

Sus oponentes.- Si bien es cierto que a últimas fechas los bonos de Pancho Domínguez han ido a la baja, lo cierto es que en el PAN queretano aún tienen perfectamente funcionales sus estructuras electorales. Esto aunado a que una de las principales fortalezas tanto de Marcos Aguilar como de Pancho Domínguez es la conexión que hacen con la gente, cosa que en el caso que nos ocupa se toma más como una debilidad, misma que a la larga podría significar una amenaza con miras a la elección constitucional.

Sus aliados.- Los propios correligionarios del partido tricolor podrían ser los encargados de meterle el pie a Loyola Vera; si no hay diálogo y entendimiento, los intereses particulares de alguno podrían sobrepasar el interés político del partido, lo cual pone de manifiesto que probablemente la amenaza se encuentra en la propia casa.

Con lo hasta aquí expuesto bien podríamos redondear este análisis con el dicho que reza: “La tierra es dura, el surco es largo y yo arando con estos bueyes”.