Necesarias denuncias para actuar contra violencia de género en la UAQ: García Gasca

La Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) no puede actuar en casos sobre violencia de género, cuando las denuncias únicamente se hagan por redes sociales, así lo indicó Teresa de Jesús García Gasca, rectora de la UAQ.

En entrevista, precisó que en las últimas semanas han aumentado las denuncias a través del movimiento #MeToo y en redes sociales de universitarias; sin embargo, precisó que no han podido actuar porque no hay denuncias formales.

“No importa que sea, la denuncia por redes sociales en #MeToo, el que sea, esa no es una denuncia formal, entonces nosotros no podemos actuar con lo señalado, para actuar necesitamos la denuncia por parte de la persona que es víctima”, precisó García Gasca.

De acuerdo con datos de la Unidad de Atención a Violencia de Género de la UAQ, de agosto de 2018 a la fecha se han recibido 22 quejas, de las cuales nueve fueron desechadas porque no constituían violencia de género.

Las quejas han sido presentadas en su mayoría por alumnas, personal administrativo y personal docente, además de que seis quejas han llegado a resolución, una por proceso restaurativo y cinco por proceso sancionador.

Asimismo, seis quejas atendieron el ámbito penal y solo tres fueron canalizadas a las instancias correspondientes.

García Gasca reconoció que se ha dado de baja a algunos profesores derivado de dichas denuncias; sin embargo, no especificó el número. Agregó que el protocolo de actuación de violencia de género está en una segunda etapa de revisión, el cual se espera presentar el próximo mes de agosto.

Por último, externó su preocupación con el discurso de odio que se ha generado en algunos movimientos que han llevado a la intolerancia y afectan a los hombres, por lo que mencionó que trabajarán para mediar los extremos.

“El feminismo es bien importante porque por ende defiende la igualdad de las mujeres, pero me parece que no se debe de caer en el extremo, igual como el machismo ha generado violencia de género, el feminismo extremo también está generando un discurso de intolerancia que hace que no haya empatía, ni diálogo”, puntualizó.