Más que prohibirse, prostitución debe regularse: Diócesis de Querétaro

Más que prohibir el sexoservicio en la capital, se trabajar en una regulación para, con ello, evitar también se sigan extendiendo enfermedades de transmisión sexual, pues detrás de esta actividad existen familias que viven de ello, aseveró Gustavo Licón Suárez, presidente de la Comisión de la Pastoral de la Comunicación de la Diócesis de Querétaro.

En rueda de prensa, expresó que la autoridad debe brindar alternativas a quienes ejercen la actividad sexual en la entidad, pues detrás de esas personas hay familias que subsisten gracias al recurso obtenido de la práctica de la prostitución, un ejercicio que se realiza desde hace varios años.

“Yo considero que es importante que la autoridad más que caer en una actitud prohibitiva, acceda a un diálogo. Cada persona es libre, puede utilizar su libertad bien o puede tomar un camino equivocado, sin embargo es importante que el diálogo esté basado en el hecho de hacer propuestas que favorezcan empleo o alternativas que puedan dirigir su vida, porque claro es que las personas que se dedican a esta acción lo ven como una fuente de empleo”, comentó.

Asimismo, refirió que una alternativa no debe ser la reubicación de estas personas, sino ofrecer empleo, y agregó que si descartar la zona de tolerancia en Querétaro es para bien, la iglesia está de acuerdo, siempre y cuando todo se trabaje conforme al diálogo y la presentación de propuestas en beneficio de los involucrados.

“Lo mencioné hace un momento, más que caer en una actitud prohibitiva es un acercamiento en base al diálogo, las autoridades sabrán qué determinar en este sentido. Nosotros no vamos a marcar los lineamientos, ellos sabrán qué es lo que obtengan en base al diálogo, en base a propuestas que no me refiero que se cambien de zona, se regule, sino que detrás de todo lo que hay en esta acción está toda una familia, donde debemos apostar para defenderla”, insistió.

Finalmente, el presidente de la Comisión de la Pastoral de la Comunicación de la Diócesis de Querétaro se mostró respetuoso del ejercicio que realizan estas personas.