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Nuevas Sustancias Psicoactivas, un reto para las autoridades y la legislación vigente

Por Staff Códice Informativo - 28/10/2018

En México existen sustancias legales que son de fácil acceso y tienen efectos similares a las drogas ilegales, sin que hasta el momento se tenga una estrategia clara para combatir su consumo

 Nuevas Sustancias Psicoactivas, un reto para las autoridades y la legislación vigente

Foto: Especial

La Comisión Interamericana para el Control del Abuso de las Drogas (CICAD) realizó un estudio llamado “Panorama Sobre Nuevas Sustancias Psicoactivas (NPS) en México”, en el cual se expuso que existen sustancias legales que son de fácil acceso y tienen efectos similares a las drogas ilegales.

De este tema se encargan la División Antidrogas y la División Científica del Comisionado Nacional de Seguridad (CNS) de la Policía Federal.

Las NPS son definidas como aquellas drogas identificadas en los últimos años que producen los mismos efectos que las drogas ilegales, pero que no se encuentran reguladas en la lista de control internacional de estupefacientes.

Estas nuevas sustancias, además de no estar reguladas, no tienen riesgos a la salud definidos, son fáciles de elaborar y de adquirir, y por estas mismas características, hay muy poca información de ellas.

En la Ley General de Salud, el artículo 245 manifiesta que sustancias como el Peyote, la Poperazina, la Mefedrona y el Cannabinoide Sintético (k2) son considerados como sustancias con “un valor terapéutico escaso o nulo que, por ser susceptibles de uso indebido o abuso, constituyen un problema especialmente grave para la salud pública”.

El estudio de la CICAD arroja que se identificaron varios aspectos de los involucrados en la venta de estas sustancias, como domicilios, modo de operación y costos de envíos; dicha información se obtuvo a través de bases de datos con los que cuenta la Policía Federal, de patrullaje por la red pública de internet, como redes sociales, y mediante el intercambio de datos con las autoridades de la República Popular de China.

Esto trajo como resultados el aseguramiento de un laboratorio clandestino en China, en donde se fabricaban estas sustancias y hacían envíos a México, en los cuales pudieran estar involucrados dos mexicanos.

Fue a través del acceso a 450 páginas de internet que descubrieron que las publicaciones eran eliminadas a las pocas horas y que éstas eran actualizadas continuamente, y algunas de estas páginas aumentaron y diversificaron los productos que ponían a la venta.

El 98 por ciento de acceso a estas sustancias se encuentra en la web abierta, mientras que el 2 por ciento mediante la llamada Deep Web, y más del 90 por ciento son páginas en español; otro dato que la CICAD destacó fue que las sustancias provienen principalmente de Holanda, España y China, y ya en México se hacen envíos a todos los estados de la república e incluso a otros países de Latinoamérica.

El estudio especificó que las sustancias pueden ser entregadas por medio de paquetería o de forma personal, y la forma de pago abarca desde tarjetas de crédito y débito, transferencias, hasta Bitcoin y pago en efectivo.

En cuanto a los consumidores, la CICAD informó que trata de personas entre 17 y 32 años, sin antecedentes penales, con nivel socioeconómico medio – alto y con conocimientos de informática; además observaron que se construía una relación de confianza entre el vendedor y el usuario, y éstos se calificaban entre ellos para emitir una opinión sobre el consumo y el efecto de las NPS.

El modus operandi de estas páginas, según la investigación, conlleva varios pasos para concluir el ciclo venta – consumo; ejemplo, la creación de confianza en donde publican productos en existencia y sus precios, intercambian información con el consumidor como el número de cuenta a depositar y el domicilio al cual enviar el paquete, las entregas se realizan en lugares concurridos y finalmente el se califican mutuamente.

En relación a los precios, informaron que el costo del 25I NBOME (que se trata de un sustituto legal del LSD), 10 piezas tienen un costo de 700 pesos; mientras que la Proscalina, otro alucinógeno, las mismas 10 piezas tienen un costo de mil 200 pesos.

Finalmente, la CICAD concluyó que entre los retos encontrados están que estas sustancias tienen un rápido desarrollo y proliferación en el mercado, que las dosis son menores lo que dificulta su detección, que la regulación o prohibición de las mismas motiva a la creación de una nueva que pudiera ser más potente, entre otros.

Las acciones que se tendrían que tomar serían campañas de prevención específicas, diagnósticos continuos mediante estos análisis, patrullajes permanentes en la red, incluir las NPS en las encuestas de consumo de drogas, regulación adecuada en cada país.


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