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El por qué de las calderas gigantes en tránsito

Por Staff Códice Informativo - 01/06/2017

La zona metropolitana de Querétaro vivió un hecho inusual el pasado mes de marzo, cuando cuatro calderas gigantes formaron parte del tráfico y el paisaje, […]

 El por qué de las calderas gigantes en tránsito

Foto: Archivo

La zona metropolitana de Querétaro vivió un hecho inusual el pasado mes de marzo, cuando cuatro calderas gigantes formaron parte del tráfico y el paisaje, e incluso se convirtieron atracción turística. Dichos recipientes, ensamblados en Avilés, España, por la compañía Ingeniería y Diseño Europeo S.A. (IDESA) recorrieron 472 kilómetros desde Altamira, Tamaulipas, hasta la refinería de Pemex ubicada en Tula, Hidalgo. Una travesía que, para llevarse a cabo, requirió de la participación de autoridades federales como la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Caminos y Puentes Federales (Capufe), así como la Policía Federal (PF), principalmente para prevenir a los automovilistas sobre el trayecto de estas descomunales máquinas.

El tránsito de las calderas gigantes abarcó los estados de Tamaulipas, San Luis Potosí, Querétaro e Hidalgo. Las calderas, como el circo, recorrieron, al menos, los municipios de Ciudad Valles, Pánuco, Río Verde, San Luis de la Paz, San José Iturbide, Querétaro, El Marqués, San Juan del Río y Polotitlán, antes de llegar su destino final. Aunque el viaje de las calderas fue un tema que numerosos medios retomaron, poco se habló de la empresa Pesado Transport, la cual fue encargada de trasladar el tonelaje de las calderas gigantes desde Altamira hasta Tula.

Desde tecnología para producir energía eólica, pasando por instrumentos para manejo de gases industriales, maquinaria para la industria del hierro, y elementos para la construcción de autopistas elevadas y estadios de fútbol, la empresa ha participado en al menos 12 proyectos de traslado de maquinaria e infraestructura masivas; en 2011, Pesado Transport, movió dos reactores para un proyecto de gasolinas limpias, llevado a cabo por grupo Ingenieros Civiles Asociados (ICA), con un peso de 400 toneladas y recorrió un trayecto de 800 kilómetros que se completó en dos semanas. Fue el mismo grupo ICA el que contrató a Pesado Transport para que emprendiera la odisea de mover las cuatro calderas gigantes, que servirán para la reconfiguración de la refinería Miguel Hidalgo.

Como parte de la implementación de la Reforma Energética que en su momento el presidente Enrique Nieto promovió e impulsó a través del Poder Ejecutivo, se planteó la modernización e inversión en el sector en energético, lo cual incluía no sólo la llegada de capital extranjero destinado a la exploración de territorios en México para la extracción de petróleo y gas, sino también inversiones en infraestructura. De los proyectos de inversión que iniciaron hace solo un año y que continuarán aún cuando la administración federal cambie, se cuenta con 16 iniciativas o planes de acción que se ejecutan desde Pemex Refinación. Parte de esas inversiones buscan el mejoramiento en el desempeño y la confiabilidad operativa en refinerías, por lo cual se concretó la reconfiguración de la refinería ubicada en Tula, en donde se estima que 6 mil 598 millones de dólares se destinen para este fin.

Este proyecto integral fue registrado desde 2003 ante la Secretaria de Hacienda y Crédito Publico (SHCP), y busca, según el documento Proyectos de inversión Pemex Refinación que emite la paraestatal «las rehabilitaciones y reacondicionamiento de las plantas de proceso, turbogeneradores, tanques, calderas, torres de enfriamiento, racks, drenajes, circuitos y tableros electrónicos, calentadores y red de contraincendios».

Actualmente, la refinería  Miguel Hidalgo es la segunda en el Sistema Nacional de Refinación, y su capacidad es de 315 mil barriles diarios; con su reconfiguración, se convertirá en la de mayor capacidad del país, y para este proceso se invertirán 4 mil 825 millones de dólares. Según los datos que arrojan las autoridades federales, con estas mejoras en la infraestructura, la refinería «contará con 250 millones de dólares para la producción de gasolinas limpias, 770 millones de dólares para diésel de Ultra Bajo Azufre y 753 millones de dólares para los proyectos de cogeneración de energía».

El proyecto fue aprobado por el Consejo de Administración de Pemex el 11 de septiembre de 2014, que tuvo como precedente el que se cancelara la construcción de una nueva refinería en terrenos aledaños a la que se encuentra en Tula. Por tanto, las calderas gigantes abanderan el proyecto ‘Aprovechamiento de Residuales en la Refinería Miguel Hidalgo’, que tiene como principal objetivo convertir el combustóleo pesado en gasolina, diesel y turbosina, para que en un largo plazo, según las propias estimaciones del gobierno federal, se pueda contar con una producción  interna de la gasolina y disminuir las importaciones desde otros países.

Este proceso de reconfiguración aún no concluye, pues se prevé que los primeros resultados sean visibles en el 2018. Otro convoy de cuatro calderas más estará pasando por Querétaro y otras entidades entre finales de mayo y principios de junio para poder completar, en Tula, el proceso de coquización retardada, o mejor conocido como el proceso para extraer la gasolina y otros combustibles que son usados de forma cotidiana para la movilidad de vehículos motores.


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