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¿Quién dejaría su vehículo en casa para utilizar el transporte público?

Por Staff Códice Informativo - 16/11/2016

País desarrollado no es dónde el pobre tiene auto, es dónde el rico usa el transporte público.

 ¿Quién dejaría su vehículo en casa para utilizar el transporte público?

Por: Edgar Nieva Velázquez

 

La política que ha adoptado México a nivel nacional con respecto al cambio climático en años recientes, dista muchos de las acciones que se han realizado en materia de movilidad sostenible.

El modelo de movilidad urbana adquirido en nuestro país -salvo en algunas ciudades- tiene como eje central el uso del vehículo motorizado, lo que ocasiona contaminación del aire, saturación de las vías y consecuentemente efectos negativos a la salud, entre otros problemas.

Sin embargo, de los países en vías de desarrollo, México es el que más avances presenta en el rubro, ya que, desde el año 2000, el país ha organizado tres Estrategias Nacionales de Cambio Climático, ha presentado cinco Comunicaciones Nacionales ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático y, en el año 2012, el Congreso de la Unión aprobó la Ley General de Cambio Climático, que entró en vigor en octubre de ese mismo año. Por lo anterior, podríamos deducir que México ha adquirido compromisos con la comunidad mundial para hacer frente a este problema global.

Si nos centramos exclusivamente en el tema del transporte como una fuente móvil de emisiones de gases de efecto invernadero, se infiere que estamos muy lejos de una realidad planteada en una política pública supuestamente sólida, pues aún se buscan soluciones con una visión a corto plazo, que no trascienden más allá de tres o seis años, según la política establecida por el gobierno en turno.

Mientras los países desarrollados han adquirido modelos de movilidad que contribuyen a reducir los tiempos de traslado y, en consecuencia, a reducir sus emisiones, México no ha podido establecer un modelo integral de movilidad, pues se piensa que a mayor cantidad de vehículos motorizados, mayor cantidad de calles. Esto, aunado a la pésima planeación a corto plazo de las ciudades, se traducirá a la larga en el colapso de las mismas.

Dentro de las ciudades la prioridad debe estar encaminada a la pacificación del tránsito, y no a la construcción de puentes o vías alternas que a la larga orillen a las personas a usar vehículos motorizados. La pirámide de movilidad contempla como prioridad al peatón y como último beneficiario al automóvil. A partir de esta premisa, se deben establecer políticas que potencialicen una movilidad sostenible, con objetivos claros a 10, 20 y 50 años.

En el caso particular de la zona metropolitana de Querétaro, el retraso en la modernización del transporte público es eviente. No podemos jactarnos de ser una ciudad con una excelente calidad de vida y con un crecimiento económico anual sostenido por arriba del 6 por ciento, cuando no existe una política que de real solución a las más de 600 mil personas que usan el servicio de transporte público.

A mediados del 2015 la Consultora Arredondo junto con miembros de Saca la bici A.C, realizaron un ejercicio denominado ‘Desafío multimodal’, el cual consistió en partir de un punto A –Av. Pie de la Cuesta-, a un punto B –Jardín Guerrero- utilizando diversos medios de transporte; moto, auto, camión, bicicleta, taxi y caminar, esto con el fin de medir los tiempos de traslado e identificar la eficiencia de cada uno de éstos. Se entiende que una sola muestra no puede ser tomada como verdad absoluta, sin embargo llama poderosamente la atención que, al menos en este ejercicio, la persona que caminó, realizó menor tiempo que la que utilizó el camión.

Las políticas públicas de movilidad llevadas por las administraciones recientes se centran en reducir los embotellamientos o conflictos viales por medio de la construcción de puentes, túneles, avenidas y calles, al tiempo que propician el consumo de más combustibles derivados del petróleo, y generan mayor contaminación, estrés, islas de calor en horas pico, etcétera.

A manera de reflexión, si Querétaro tuviera un sistema de transporte eficiente en el que la tarifa que se cobre sea acorde al servicio brindado, en el que los tiempos de traslado sean fijos y con paradas preestablecidas ¿Quién dejaría su vehículo en casa para usar el transporte público? Un modelo de transporte público eficiente puede garantizar que se generen medidas de mitigación que contrarresten los efectos del cambio climático, mejoren la competitividad del sistema productivo y brinden seguridad al usuario; la conjunción de estos factores mejorará de manera automática la calidad de vida de las personas.


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