Entre cruceros, Alejandra no abandona el sueño de convertirse en doctora

Alejandra sueña con ser doctora, y se prepara con dedicación para ello, pues todos los días arregla sus cosas y emprende el camino a su secundaria, ubicada en la ciudad de Querétaro, donde sabe que con esfuerzo logrará cumplir sus sueños.

La adolescente cuenta que hace todas sus tareas y lleva buen promedio, por lo que no abandona su deseo de ir a la universidad, aunque para lograrlo tendrá primero que buscar una beca para estudiar el bachillerato, pues sus padres no pueden costearle sus estudios, ya que, como ella, venden dulces en los cruceros de la capital para ganarse la vida.

“No casi no se vende, la gente dice que no traen dinero”, explica Alejandra, quien a sus 14 años se protege del frío y la lluvia debajo del techo de un comercio en avenida Cimatario.

Su familia dejó Santiago Mexquititlán, como lo hacen decenas de personas en este fin de año, cuando llegan, desde lugares como Estado de México o Guanajuato, en busca de un ingreso.

“Porque ahí (Amealco) está muy complicado todo, pues si me pueden apoyar para mis estudios, porque quiero ser doctora”, explica.

Ella recuerda que vivió hasta hace unos años en su pueblo, donde vio como todos tienen que salir para buscar ingresos, pues el trabajo que existe, muchos no lo quieren por la poca paga, porque hay que tener tierras o animales.

“Sí hay trabajo allá, pero la gente casi no quiere trabajar allá, algunos”, explica Alejandra.

Sus ingresos familiares oscilan entre los 200 y 400 pesos al día, cuando hay ventas, con eso comen los cuatro, con eso va a la escuela, y surten mercancía para poder seguir vendiendo.

En el año 2015, las autoridades municipales registraron cerca de 200 menores, como Alejandra, laborando en cruceros de la ciudad, quienes apoyan a sus familias para conseguir sus sueños.