“¡Sientan!”: #YoSoy132, La Primera Erupción Visible
El Yo Soy 132 como movimiento estético es la tesis del libro de José Ignacio González Acosta y Jesús Galindo Cáceres
Un día comenzaron las Asambleas Nacionales y allí se terminó la efervescencia. Parecía que la institucionalización era el camino a seguir para definir la agenda política del momento, a días de una elección histórica, pero el tiempo confirmó que sólo fue el comienzo del letargo.
Para José Ignacio González Acosta y Jesús Galindo Cáceres, quienes ofrecieron una conferencia en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), eso no es ni remotamente lo importante. El concepto que define al libro “#YoSoy132, La Primera Erupción Visible” es la “comunidad estética”, que es lo que encierra la magia dentro del movimiento que marcó las elecciones presidenciales de 2012 y que tanto olió a 1968.
Precisamente ese aroma trajo a José Ignacio González, quien estudiaba en Londres, Inglaterra, de regreso a México, y es que no se quería perder “ese momento histórico”. Durante los primeros días de la explosión, la primera erupción visible, la etnografía y la entrevista a profundidad fueron sus herramientas de investigación, esas que le abrieron el panorama.
Con la idea en la cabeza, José Ignacio aterrizó la nebulosa tras una plática con “Chucho” Galindo, un afamado investigador mexicano, doctor en Ciencias Sociales, junto con quien acuñó el término “comunidad estética”, un grupo que tiene como eje de equivalencia los sentimientos, las alegrías, los sentidos, los sufrimientos y los anhelos.
De acuerdo con la investigación realizada por González Acosta, fue la sensación de haber recuperado el poder mediante la apropiación del espacio público para “pasarla bien” lo que generó la potente cohesión social que se esparció por las redes sociales digitales y puso durante algunos días en jaque al sistema político, económico y social mexicanos.
Yo soy 132 fue, durante su cúspide y en el momento de su efervescencia, un movimiento fresco, juvenil, real, honesto y vivaz que fue capaz de seducir a los “activistas en potencia”, uno de los tres grupos en los que los investigadores dividen a los jóvenes en México, basándose en los datos estadísticos obtenidos de tres encuestas nacionales aplicadas para medir la escala de activismo en México. Ocho de cada 10 jóvenes en México forman parte de dicho grupo, conformado por el joven promedio mexicano, comodino pero con un potencial de explosividad social enorme.
“¡Sientan!”, expresó Jesús Galindo Cáceres, como grito de guerra, como recomendación a los políticos mexicanos contemporáneos, como una manera de alejarles de la postura institucional para lograr hacer click con la ciudadanía, así como lo hizo Yo Soy 132.
Como todos los movimientos sociales, Yo Soy 132 entró en una debacle natural en el camino de la institucionalización, potencializado por la absorción del propio sistema dominante, y perdió su carácter fresco y juvenil, dejando de ser un movimiento estético para convertirse en uno político, perdiendo así su atractivo y desinflando la algarabía. Pero como bien explican José Ignacio y Jesús, esa es materia de otro libro.
#YoSoy132, La Primera Erupción Visible puede descargarse en PDF de manera gratuita desde la página web de la revista electrónica “Razón y Palabra”, o puede adquirirse su edición impresa en las librerias de una cadena reataurantera.