×

Busquedas Populares


×

Opinión



Secciones




Trabajó toda su vida en cementerio… para pagarse la tumba

Por Ana Noriega - 04/11/2013

David Alleno, un velador del Cementerio de la Recoleta en Buenos Aires, trabajó durante 28 años en el recinto para pagarse una bóveda en la que hoy descansan sus restos mortales.

 Trabajó toda su vida en cementerio… para pagarse la tumba

El barrio de la Recoleta es una de las zonas más distinguidas de la capital argentina y su cementerio es de los mayores atractivos turísticos del lugar, pues en él descansan los restos mortales de algunas de las personalidades más representativas del país sudamericano, entre ellas la primera dama Evita Perón y la pintora Nora Borges, hermana del escritor Jorge Luis Borges. En torno al cementerio giran numerosas historias y leyendas, sin duda una de las más populares es la de David Alleno, el velador que trabajó ahí durante 28 años y cuyos restos hoy descansan en una bóveda en la que se puede apreciar una escultura de él mismo con sus herramientas de trabajo: una regadera, una escoba y un plumero.

Alleno comenzó a trabajar en el Cementerio de la Recoleta en 1881, dedicando todo su tiempo y esfuerzo a mantener limpios pasillos, urnas y mausoleos del mismo. Su sueño era adquirir un predio en el lugar para eventualmente pasar en él «la vida eterna», objetivo que consiguió gracias a sus ahorros y a un préstamo que su hermano le proporcionó tras ganar la lotería. A la par de la construcción de su bóveda, Alleno mandó a hacer la escultura de él mismo bajo la que rezaba la frase «David Alleno, cuidador de este cementerio de 1881 a 1910», y cuando ambas obras estuvieron terminadas el hombre renunció a su empleo. La leyenda cuenta que, feliz por haber realizado su sueño, el cuidador no pudo esperar más y decidió suicidarse con un tiro en la cabeza para ocupar finalmente el espacio por el que tanto trabajó en vida.

Fotografía de Wally Gobetz

 

¿Conoces el Panteón de los Queretanos Ilustres?


Otras notas



De nuestra red editorial