Personas Sin Hogar

Hola a todas las personas que leen esta columna #Cuidadanía. Les cuento que este 11 de mayo de 2024 se cumplieron cuatro años de la apertura del Centro de Servicios Temporal para Personas en Situación de Calle, en el parque Alcanfores Norte.

Este proyecto marcó la vida de muchas personas, entre activistas, funcionarias públicas y sobre todo a la población sin hogar, como a ellas y ellos les gusta llamarse, que quedaron en el limbo, al inicio de la pandemia, cuando el mensaje de las autoridades sanitarias federales era un insistente: Quédate en casa; pero ¿qué pasará con las personas que no tienen casa?, esa fue la pregunta clave que un grupo de activistas del Frente Queretano por el Derecho a la No Discriminación y el Estado Laico, A.C., nos hicimos durante uno de nuestros conversatorios. Seguramente algunas personas se hicieron la misma pregunta, la diferencia es que al ser activistas sociales, decidimos actuar y llamar en abril de 2024 a Adriana Bouchot, la encargada municipal de un proyecto con personas en situación de calle que habíamos conocido un año antes, cuando por primera vez, el municipio de Querétaro presentó públicamente los resultados de su primer censo de personas en situación de calle.

Adriana mostró sensibilidad con la idea y nos pidió armar una propuesta, misma que desarrolló nuestra organización hermana Ahora-Querétaro, con base a la metodología de los refugios que establece la ONU en casos de crisis humanitarias, ya que para ese entonces se sabía del caso terrible de contagios masivos en población de calle al ser confinados en albergues tradicionales en Nueva York, y de un protocolo de la ONU para estas poblaciones que se aplicó con éxito en Madrid y San Francisco, haciendo campamentos en los estacionamientos vacíos de las grandes tiendas comerciales, donde la distancia entre casas de campaña se mantenía aprovechando la cuadrícula de los lugares de estacionamiento de los coches.

El proyecto presentado establecía que no se podía confinar a dicha población en contra de su voluntad y que más que un albergue tradicional, debía ser un Centro de Servicios para la crisis de Covid-19, en forma de campamento. Gracias a la intervención del delegado del Centro Histórico, pudimos utilizar el parque Alcanfores y el 11 de mayo de 2024 se abrió oficialmente el Centro de Servicios, conocido coloquialmente como “Alcanfores”. Allí, 5 personas voluntarias de OSC aliadas al Frente Queretano, operamos el Centro las 24 horas, con el apoyo de tres funcionarios públicos en horario de 5 a 17 horas. Durante los primeros meses de la pandemia, tuvimos en realidad 3 ciudades campamentos, el de entrada, para monitorear durante 14 días que no había signos de contagio, y una vez pasado ese filtro, dos más, uno para mujeres y familias, y otro para varones. En total pasaron por el Centro de Servicios “Alcanfores”, 164 personas durante los meses de mayo a julio de 2020, provenientes de las cuatro oleadas de las personas que perdieron su hogar durante la crisis del Covid-19: 1) personas que ya vivían sin hogar antes de la pandemia, 2) familias con niños que al no tener trabajo, ya no pudieron pagar su alquiler y fueron echadas a la calle por sus caseros, 3) personas víctimas de la violencia familiar que se desató en la pandemia: mujeres y niños golpeados, personas mayores y personas LGBTIQ+, 3) personas con severos problemas de salud mental que terminaron en la calle, al ser des institucionalizadas de centros de tratamiento, 4) migrantes nacionales e internacionales que quedaron atrapados por el covid-19, durante su ruta migrante. Ese fue el universo de personas que tuvimos refugiadas en Alcanfores.

Un proyecto único en el país, y que demostró lo que se puede lograr con Proyectos de Gobernanza, basados en la Cuádruple Hélice: gobierno municipal – academia (la UAQ) hacía las pruebas del virus SARS-CoV-2 de forma gratuita – las empresas solidarias que proveyeron de víveres y por supuesto las OSC y personas de a pie solidarias que llevaban ropa y alimentos y pláticas a la población sin hogar.

Este Proyecto nació con el nombre de Centro Temporal, pero pronto nos dimos cuenta que debía convertirse en una política pública permanente de apoyo a la población sin hogar del municipio y así se hizo, gracias al apoyo de Luis Nava y su esposa Arahí. Se estableció un reglamento municipal y se logró remodelar un edificio antiguo y así nació la Casa de Transición “Cambiando Vidas”. Sin embargo, a cuatro años de este proyecto, la Casa de Transición no ha jugado el papel que se esperaba para ayudar a paliar el cada vez mayor problema de personas en situación de calle. Urge que la nueva administración municipal que quede producto de las elecciones del 2 de junio, establezca una mesa de trabajo con OSC, Academia y Empresas socialmente responsables, para juntas y juntos reestructurar dicha política pública, con el objetivo de que rinda mejores resultados de lo que hasta ahora se han visto.

No podemos confiar en paliar este grave problema, sólo con una política pública de orden y acoso a las poblaciones sin hogar que viven en las calles de nuestro municipio, debemos volver al principio, a ese 11 de mayo de 2020, y retomar el compromiso de la cuarta hélice, para dos objetivos: 1) lograr la estabilidad emocional de dichas personas y 2) inserción sociolaboral de dichas poblaciones. Ya que como dice el dicho: “No hay mejor ayuda social que tener trabajo”.