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Van Gallos contra su eterna maldición

Por Staff Códice Informativo - 25/05/2015

A pesar de tener un Estadio de clase mundial estrenado hace 29 años para México 86, la incontable lista de fracasos de los equipos ligados a la ciudad y al nombre parece interminable. Vucetich, mismo, ya había fracasado con esta franquicia

 Van Gallos contra su eterna maldición

 

 

En el Siglo XXI nadie cree en las maldiciones. O al menos ese es el sentir generalizado, sin embargo, la ciudad de Querétaro, cuyo nombre está irónicamente ligado al futbol, pues significa en lengua purépecha “Juegos de Pelota”, lo ha intentado todo para tener una franquicia en la Primera División, y más allá, una franquicia competitiva.
Cuenta con un estadio mundialista y una afición que siempre apoya al equipo, y que suele llenar el estadio cuando alguno de sus representativos lo precisa. Así lo hemos visto históricamente, lo mismo en las celebraciones que en las noches de aciaga necesidad. En sus pocas apariciones en la Liguilla, pero también en su casi eterna lucha por no descender de la categoría.
La palabra “maldición” podría parecer muy fuerte, muy agresiva, pero parece no estar lejos de la realidad que ha acompañado a esta plaza a lo largo de sus más de 3 décadas de historia futbolística, en la que ha habido de todo, desde descensos, juegos polémicos como el tercer partido de aquella final Pumas-América (jugada precisamente el 28 de mayo de 1985, hace 30 años), pasando por la desaparición forzada de la franquicia, hasta propietarios “inexplicablemente ricos”, manejos turbios y aquella terrible fatalidad que precedió a la disputa del partido de vuelta de la final de ascenso de 1987, cuando varios jugadores perdieron la vida en un accidente carretero de su autobús cuando regresaban de Ciudad Victoria hacía Querétaro.

CRONOLOGÍA DE LA DESESPERANZA
ORÍGENES. Fue en 1980 cuando por primera vez en el estado un equipo llegó a la Primera División, se trata del Atletas Campesinos, campeón de la Segunda División, equipo que tuvo su origen en los Estudiantes de Querétaro, y que de la mano de don Antonio “la Tota” Carbajal, logró su espacio en el máximo circuito al vencer a los Osos Grises de Toluca. El modesto club, propiedad de Armando Presa, fue el primero que ocupó publicidad en su uniforme, y sólo dos años permaneció en Primera, pues en 1982, en medio de una negociación sumamente controvertida, fue vendida al Sindicato de Trabajadores Petroleros en Tampico, con lo que cambió de nombre.

OTRO FRACASO. Televisa fue la responsable de propiciar el segundo intento serio de Querétaro en Primera División. El gobierno del estado había aceptado invertir en un estadio de futbol que ayudara a cumplir con el cuaderno de cargos del Mundial de México 86, a cambio de que la empresa de medios de comunicación llevara un equipo del Máximo Circuito a aquella región. Por eso surgió el equipo Cobras, que fue fundado en 1984, y cuando ascendió en 1985, se convirtió en el primer club de Primera División que dio uso al nuevo inmueble, inaugurado en un juego amistoso internacional entre México y Polonia, el 5 de febrero de 1985.
Cobras, dirigido por Rubén “Ratón” Ayala, se armó con los desechos de América y Necaxa por lo que llegó a ser conocido, en vez de Cobras, como las sobras de Querétaro, y acabó pagando el noviciado con la peor de las condenas futbolísticas: la pérdida de la categoría justo tras cumplir su primera campaña (1986-87) en el Máximo Circuito. Muchos creen que si la gente de la ciudad no se involucró con las mal nacidas Cobras se debió a que el equipo más popular de la ciudad eran los Gallos Blancos, que permanecían en la Segunda División, jugando en el Estadio Municipal.

TRAGEDIA. Parecía que Querétaro volvería a tener un equipo en Primera a pesar del descenso de Cobras, en ese mismo 1987, cuando se coló a la Final por el ascenso en la que enfrentaron al Correcaminos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Sin embargo, un trágico accidente que involucró al camión del Gallos Blancos mermó el potencial futbolístico y anímico del equipo. El 10 de mayo de ese año, y cuando regresaban de Ciudad Victoria, el exceso de velocidad a la que era conducido el vehículo, además de la lluvia torrencial que caía, provocó la volcadura en el kilómetro 67 de la carretera México-Piedras Negras. Tres integrantes de la escuadra de Gallos, representando entonces a la Universidad Autónoma de Querétaro, perdieron la vida, Agustín Jiménez, René Montalvo y Gerardo “Pillo” Orona.
Las gestiones ante la FMF solicitando que se anulara el juego de vuelta y ambos equipos ascendieran, fracasaron, y tras el empate a 1 en el juego de vuelta, hubo un tercer partido celebrado el 23 de junio de 1987 en la cancha del Azteca, donde los tamaulipecos se impusieron en penaltis 5-3.

ATLANTE. La Corregidora seguía siendo un elefante blanco hasta que el Atlante determinó torpemente, por una decisión absurda de José Antonio García, en la campaña 1989-90 cuando tras salir del Estadio Azulgrana, los Potros jugaron en el Estadio de Neza y en el Corregidora, con nefastos resultados. Los Potros queretanos descendieron irremediablemente, a pesar de contar con una nómina importante con jugadores como Héctor Miguel Zelada, Sergio Bueno, Rubén Omar Romano, Paco Uribe y Carlos Alberto Seixas y con un talentoso grupo de jóvenes: Félix Fernández, Luis Miguel Salvador, José Guadalupe Cruz, Raúl Gutiérrez, Guillermo Cantú y el hoy técnico de la Selección Nacional, Miguel Herrera.

SUPERVIVENCIA. En 1990 apareció en la gran carpa el primer equipo que llevó el nombre de la ciudad: Querétaro. Propiedad de los Hermanos Vázquez Mellado que sólo estuvo cuatro campañas (1990-91, 91-92, 92-93 y 93-94) antes de descender. Entre sus ilustres directores técnicos figuraron, Ricardo La Volpe, Tomas Boy, Rubén Maturano y Carlos de los Cobos. Al equipo se le llegó a conocer como los Perros Salvajes, Carlos De los Cobos quien acabó jugando y dirigiendo no pudo salvarlos.

OTRO INVITADO. Tampoco se libró del maleficio el Tampico Madero que se refugió en Querétaro para jugar los últimos 9 partidos de la campaña 1994-95 y pasó a llamarse TM: Gallos Blancos. Craso error. El cuadro queretano-tampiqueño también se fue a la Segunda División, es decir, la ciudad sufría otro descenso de manera consecutiva.

NI EN LA PRIMERA “A”. Ni siquiera en la división de ascenso hubo fortuna. En años consecutivos, en el inicio del 2000 los Halcones de Querétaro, filial del América, acabaron en el último lugar en la tabla porcentual ganándose una invitación para militar en Segunda División.

OTROS CAPÍTULOS. Pumas, que por un largo conflicto estudiantil ejerció como local en La Corregidora, en el final de 1999 y el inicio del 2000 tampoco tuvo una vida feliz en ese estadio en el que apenas sumó tres victorias en 11 encuentros.
En el 2002, La Piedad se mudó a Querétaro, pero apenas dos años mas tarde, la Federación Mexicana de Futbol decidió “comprar” las franquicias de Gallos y de Irapuato, para reducir a 18 el número de equipos, aunque la versión real habla de capitales sucios involucrados en los equipos, donde se les pagaba en efectivo o con Centenarios a los jugadores.
Que no hubiera Gallos en la Primera División, no significó que no hubiera equipo, pues Juan Antonio Hernández (alguna vez propietario del Neza), decidió mudar a los Leones de Morelos a Querétaro para el el Apertura 2004.
En el 2006 Querétaro, de la mano de Chava Reyes Jr., logra nuevamente ascender a la Primera División, tras imponerse 3-0 al Puebla (4-1 en el global). Todo para sufrir un Vía Crucis antes de ser admitido como franquicia de la Primera División lo que consigue, tras obtener el aval para una fianza de cinco millones de dólares, sólo dos días antes del cierre de registros de cara al Apertura 2006. Aunque salvó un trámite, diversos y graves problemas económicos le impidieron concretar varias de
las contrataciones gestadas en el Draft y muchos de los jugadores que permanecieron en el equipo siguen sin cobrar un peso de su sueldo.

SUBE Y BAJA. En el 2007, el Querétaro se fue de nuevo a la Primera A al terminar último en el porcentaje, racha en la que participó su hoy técnico, Víctor Manuel Vucetich, quien dirigió entre los torneos Clausura y Apertura 2007, consiguiendo 5 victorias, 6 empates y 8 derrotas en los 19 partidos en los que estuvo al frente de la escuadra.
Pero en 2009 conseguiría de nuevo el titulo del ascenso, al imponerse a Venados de Mérida, 7-6 en penales. Para el Clausura 2013 una vez más descendió administrativamente a pesar de haber concluido en esa campaña en el octavo sitio en la tabla general. Una carambola de tres bandas, con la llegada de Amado Yañez al futbol, y una serie de movimientos provocaron que el equipo descendido, cuyo técnico era Nacho Ambriz, desapareciera y se comprara la franquicia de Jaguares de Chipas, que a su vez recibió al San Luis en su lugar. Todo este trajín permitió que Querétaro, el que conocemos hoy, se mantuviera en el Máximo Circuito.

ESCÁNDALO. Al saberse del escándalo del dueño del equipo, Amado Yañez, acusado de fraude junto con su empresa Oceanografía, parecía que el equipo quedaba a la deriva una vez más, pero justo cundo más se necesitaba, apareció Olegario Vázquez Aldir, heredero del imperio de Olegario Vázquez Raña, quien compró al equipo y con una serie de importantes decisiones parece haber cambiado el destino maldito de la franquicia. El domingo se sabrá si este personaje y el Rey Midas, Víctor Manuel Vucetich, fueron capaces de encontrar el conjuro que acabó con la maldición de Querétaro en el futbol.


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