Zambrano y las ganas de hacerle al cuento y al loco/La historia en breve/Ciro Gómez Leyva/Milenio

Creía que Jesús Zambrano era más cuidadoso con las palabras. Veo que no. El sábado, en pleno discurso del Congreso de Los Chuchos (Nueva Izquierda), me recetó un seco por algo que no dije. Yo no hablé, como un “malqueriente del partido”, de “líneas de flotación” ni “desbandadas” (puede revisarlo). Golpe bajo, por impreciso. Por falso. Y aunque eso es anecdótico, da pie para discurrir sobre el lenguaje tramposo del presidente del PRD para mermar el efecto psicológico del éxodo de Andrés Manuel López Obrador en busca de su partido, “como se llame”.