Ciudad Perdida. La crisis del priísmo. Miguel Ángel Velázquez
Si las cosas le salen bien a Ramón Aguirre –el funcionario que se encarga del suministro de agua en la ciudad de México–, la construcción […]
Si las cosas le salen bien a Ramón Aguirre –el funcionario que se encarga del suministro de agua en la ciudad de México–, la construcción de plantas potabilizadoras, de tratamiento de aguas residuales, también los programas de detección y supresión de fugas, además de la instalación de medidores, quedarán en manos de la iniciativa privada nada más por los próximos 15 años; pero eso no significa la privatización de lo que muy pronto, si no es que ya, significa el negocio más productivo del mundo: el agua.