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Querétaro, 1929

Por Andrés González - 03/03/2014

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

Desde el primero de marzo de 1929, la entonces pequeña ciudad de Querétaro se convirtió en un hormiguero político. Todo el país, particularmente la clase […]

 Querétaro, 1929

Desde el primero de marzo de 1929, la entonces pequeña ciudad de Querétaro se convirtió en un hormiguero político.

Todo el país, particularmente la clase política, no hablaba de otra cosa que no fuera de la Convención  de Querétaro que instalaría el nuevo Partido Político, el Partido Nacional Revolucionario, PNR.

Ese primero de marzo, la Convención fue formalmente inaugurada en el Teatro de la República, exactamente el mismo lugar en donde doce años antes había nacido la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Ese era también parte del mensaje que se enviaba a la Nación.

Se daba entonces aquí, no solamente el nacimiento de un partido –el PNR, después PRM y finalmente PRI- sino que se inauguraba, de facto, el sistema presidencialista mediante el cual funcionó el sistema político mexicano durante casi 71 años.

De hecho, la Convención de Querétaro que fundó dicho partido, eligió -“por mera sugerencia presidencial”- no solamente al primer presidente de este partido, que recayó en la persona del Gral. Manuel Pérez Treviño, sino también y aquí mismo, al candidato de este naciente PNR, a la presidencia de la República, que recayó en la persona de Pascual Ortiz Rubio, que arroyó en las elecciones de ese 1929 con el 93.55 % del total de la votación, con apenas un escaso 5.32 % que alcanzara el Lic. José Vasconcelos, cobijado tímidamente por el Partido Antirreeleccionista de Democrático Nacional.

Querétaro  esperaba algo así como 1,400 delegados efectivos para la citada Convención, número que superaba en muchos la capacidad de alojamiento de cuartos de hotel establecidos. Por eso fue necesario utilizar domicilios particulares para “acomodar” a los señores delegados. Y se tuvo presencia de todos los estados del país, que en ese entonces tenía 29, dos territorios y un Distrito Federal.

Las indicaciones del Presidente Plutarco Elías Calles habían sido precisas de cómo y quién fuera electo el Presidente de este PNR. Cualquier semejanza con lo que hoy “cumple” el PRI y en el más sentido vertical o lineal en sus Convenciones, es desde luego mera coincidencia.

Pero lo mismo pasó con la elección -designación- del candidato del partido a la Presidencia de la República.

La ciudad toda se había convertido en el escenario reducido de esta Convención.

El Querétaro de 1929 ocupaba apenas lo que hoy se considera como “Centro Histórico” y que, para describirlo en pocas palabras, era de Av. Universidad a Zaragoza -la Alameda Hidalgo era la orilla- y del Templo de la Cruz a la calle de Ezequiel Montes. Toda la parte sur de Zaragoza eran ya baldíos y estaba naciendo la “Otra Banda” al norte de la ciudad.

Por eso la operatividad de esta Convención se realizó en diferentes puntos de la ciudad, como la reunión y pase de lista de los señores delegados, que se cubrió en el Jardín Zenea, porque una foto de la época da cuenta de que se realizó al pie del kiosco que tiene todavía hoy este mismo jardín.

Y si se inaugura el “presidencialismo”, es que este partido el hoy PRI, considera como a su fundador al Gral. Plutarco Elías Calles, a la sazón presidente de la república y como primer presidente nacional del CEN del PNR, al citado general Manuel Pérez Treviño.

Era gobernador de Querétaro don Abraham Araujo. (Del libro “Los gobernantes de Querétaro”).

El mismo 4 de marzo de 1929 se elige al candidato a la Presidencia de la República, Pascual Ortiz Rubio, que gobernara al país de 1930 a 1932.

Y desde su nacimiento, el PNR, después el PRM y hasta nuestros días el Partido Revolucionario Institucional sigue fiel a la línea presidencial en las cuestiones más importantes, incluyendo desde luego la decisión presidencial del candidato a la Presidencia de la República.

En la vuelta al poder de este partido -con todas las simulaciones que cubren sus estatutos- seguramente así seguirá.

Al PRI -y esto ya se ha visto- se le indigesta la democracia.

Andrés González

Periodista de toda la vida, egresado de la escuela Carlos Septién García, catedrático en la Universidad de Guanajuato, analista político en radio y prensa escrita, además de Premio Estatal de Periodismo en el 2000.


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