La salida de Diego Cocca es un reflejo de la crisis que hay en la Selección Mexicana

Para conseguir títulos y hazañas deportivas debe de existir un equilibrio entre la materia económica y deportiva, sin embargo, las decisiones de la Federación Mexicana de Fútbol se han caracterizado por tener como única prioridad a lo primero mencionado.

No bastó con que la Selección Mexicana quedara eliminada en fase de grupos en Qatar 2022 por primera vez en 44 años para que regresara el ascenso y descenso en la Liga MX, ya que se siguió optando por mantener a los peores equipos en la tabla de cociente en el fútbol de primer nivel a cambio del pago de una multa.

Sin embargo, lo que debió encender las alarmas para los directivos del fútbol mexicano no fue únicamete la derrota ante Estados Unidos en las semifinales de la Liga de Naciones de la CONCACAF, o que el acérrimo rival, el equipo norteamericano, se llevó el título de este torneo, sino también que la afición mexicana abandonó a su selección en el duelo por el tercer lugar, a pesar de que el público mexicano se caracterizaba por apoyar al equipo tricolor en todas las situaciones, esta decisión del público alertó a los bolsillos de los involucrados en el futbol mexicano.

El castigo de los aficionados no es únicamente para los directivos, también los para los jugadores, quienes no mostraron buena actitud ni desempeño deportivo en los últimos compromisos, y que, tras la información que difundió el reportero de TUDN, Gibran Araige, en donde mencionó que existían jugadores del combinado nacional que amenazaban en no jugar la Copa Oro de este año tras su fracaso en la Liga de Naciones, la gente decidió en no alentar a su selección en el juego por el tercer lugar.

Es una realidad que son muchos jugadores del futbol llanero quienes no han tenido la oportunidad de trascender al profesional, y en varios casos por temas de intereses en el fútbol mexicano, y el que no se aprecie estos lugares en la selección o en la propia Liga MX, genera frustración y enojo por parte de los aficionados a este deporte.

La idea era que el estratega Diego Cocca tuviera un proyecto rumbo al mundial del año 2026, el cual México se encuentra clasificado por ser sede, pero su gestión duró poco más de 4 meses y será Jaime Lozano quien asuma las riendas de la selección, por lo menos en la próxima Copa Oro.

La frustración de quedar en los octavos de final en los mundiales ha quedado atrás, lo de hoy es que la Selección Mexicana ya no puede presumir de ser el mejor de la CONCACAF porque el equipo de Estados Unidos ha demostrado tener un proyecto sólido a nivel deportivo, y ahora es el mejor de la zona, mientras que México sigue optando por el negocio, el cual, si lo decide la afición, se acabará por el pobre espectáculo que brinda el futbol mexicano.

La única alegría de esta situación es que, parece ser que la afición despertó, ya que está entendiendo que no se resuelve esta situación con insultos, sino un golpe económico a los bolsillos de los directivos.