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Delincuencia incontrolable

Por Héctor Parra - 22/07/2019

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

De acuerdo con los datos que proporciona el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en los primeros 6 meses del año, se han […]

 Delincuencia incontrolable

De acuerdo con los datos que proporciona el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en los primeros 6 meses del año, se han registrado un millón, 4 mil 191 delitos en la República Mexicana. Nada hay que justifique hasta ahora, la altísima incidencia delictiva, ni las evasivas del Presidente de la República, quien criticaba a su antecesor Enrique Peña Nieto, como el responsable de contener la ola delincuencia. Ahora Andrés Manuel López Obrador, echa culpas al pasado y no acepta su responsabilidad. Claro, es mucho más sencillo culpar a otros de la incapacidad probada para atender la problemática, que resolverla con eficiencia y eficacia.

Mucho menos cuando el mismo Presidente se conduele de la sentencia impuesta en los EUA al “Chapo Guzmán” y se justifica como un “humanista¿Por qué no se ha condolido con las miles de víctimas de secuestros, violaciones y homicidios que se han cometido en México desde que él ejerce el cargo de Presidente de la República? ¿Por qué sí se conduele con uno de los delincuentes más famosos a nivel mundial? Pareciera que esa debilidad de López Obrador, motiva a los delincuentes a seguir en su carrera criminal, total, si el Presidente es un humanista, pensarán los criminales, podría perdonarlos, como lo dijo siendo candidato y cuando ganó la Presidencia de la República: perdón a los delincuentes.

Es un hecho que a la delincuencia debe tratársele con mano dura, para eso están las leyes; mucho más a todos aquellos criminales que cometen delitos considerados como de alto impacto, delincuentes que secuestran, extorsionan, matan, trafican con mujeres, etcétera ¿Por qué condolerse por los delincuentes? ¿Y las víctimas? Las variantes de las incidencias delictivas son una incógnita, hay Estados de la República como Campeche, en los cuales la comisión de actos criminales es muy baja; veamos algunos datos del Secretariado Ejecutivo del mes de febrero de este año, contrastados con el pasado mes de junio. Delitos cometidos en febrero: Campeche, 200; Querétaro, 4 mil, 785; Tlaxcala, 375; Veracruz, 4 mil, 033; Estado de México, 23 mil, 600; CDMX, 19 mil, 986; Jalisco, 13 mil ,364. Para el mes de junio: Campeche, 196; Querétaro, 5 mil, 105; Tlaxcala, 332; Veracruz, 4 mil, 344; Estado de México, 28 mil, 856; CDMX, 19 mil, 959; Jalisco, 12 mil, 893.

Ahora veamos el acumulado de estos mismos Estados en los primeros 6 meses del año. Campeche, 1 mil, 163; Querétaro, 30 mil, 881; Tlaxcala, 2 mil, 341; Veracruz, 25 mil, 860; Estado de México, 159 mil, 635; CDMX, 123 mil, 403 y Jalisco 81 mil, 859 delitos. Terrible el panorama que vive México, de ahí el temor de millones de mexicanos de ser víctimas potenciales de cualquier delito, la inseguridad se ha apoderado de nuestro país. Para colmo, el gobierno federal no puede resolver el problema laboral de los miles de elementos de la Policía Federal. La Guardia Nacional, con los mismos elementos que ya trabajaban en las policías del Ejército y la Marina, no podrán ofrecer mejores resultados si las estrategias de combate al crimen, sea organizado o no, continúan siendo las mismas.

El glorioso Ejército Mexicano y la Marina siguen a cargo de la seguridad pública, ahora con mayor apertura al tener una ley que los faculta para ello. La Policía Federal literalmente fue desmantelada. Así que, los Estados y municipios deben hacerse cargo de la responsabilidad de la seguridad pública que les deviene de la misma Constitución. Andrés Manuel López Obrador, ha fallado hasta ahora, aunque no lo reconozca y eche culpas al pasado; el gobierno federal no puede, solo promete, pero los resultados desmientes las promesas. Vamos, ni siquiera entre los responsables se ponen de acuerdo para cuándo irán reduciendo los índices de criminalidad.

Aun está presente el enorme equívoco de Claudia Sheimabaum, cuando disolvió el cuerpo de granaderos en la CDMX, cuerpo de policía que tuvo que ser rehabilitado con dos nuevos organismos policiales, debido al incremento de la violencia. López Obrador y Sheimabum, proclives al populismo, advirtieron que no habría represiones, ahora se ven y se sienten las consecuencias: aumento en el índice delictivo. Nada de concesiones a la delincuencia.

La política no aplica en este ámbito; debe existir la “represión legal” en contra de todo aquel que violente las normas en perjuicio de persona alguna, ese es el pacto social, para eso se crean las normas legales, para castigar no solo al que deja de pagar impuesto, también a quienes delinquen y agreden a la sociedad. Los mexicanos no queremos un gobierno que reprima por reprimir; no, pero sí que “reprima legalmente” a los infractores. Hasta en tanto no cumplan con esta obligación las autoridades responsables de la seguridad pública, los delincuentes tendrán toda la ventaja en agravio de la pacifica sociedad mexicana ¡Basta de condolerse de los delincuentes señor Presidente!

Héctor Parra


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