Vino y queso ¿cuál es la combinación ideal?

El queso y el vino son una de las combinaciones gastronómicas más populares en el mundo, sin embargo existen una serie de reglas básicas que hay que seguir para aprovechar al máximo el sabor de estos productos. Lo importante es encontrar un balance entre el queso y el vino, establecer quién dirigirá a quién gustativamente. Hay quienes dicen que los quesos se degustan mejor acompañados de vinos blancos, pues estos permiten tener una mejor apreciación de la gama de gustos que hay en los quesos, pero lo cierto es que el color no importa mucho, el maridaje perfecto dependerá del sabor de cada uno de los ejemplares.

Lo principal que se debe saber es que entre más fresco sea el queso, más suave y afrutado tendrá que ser el vino, y entre más duro u obscuro sea el queso más fuerte deberá ser el vino. Si se va a presentar una tabla con varios quesos, lo mejor es acompañarlos con un tinto joven, como los crianza, pues estos mantienen mejor el equilibrio entre los diferentes sabores. Otra recomendación, de las más tradicionales, es hacer lo que se conoce como maridaje viña-pasto, que consiste en acompañar quesos con vinos de la misma región geográfica.

La combinación perfecta entre un queso y un vino se basa en tres elementos clave: similitud, contraste y complemento; dependerá del gusto de cada persona el tipo de combinación que se haga. Algunas de los maridajes más populares son:

–       – Queso Gouda con Merlot.

–       – Queso Gruyere con cualquier vino blanco.

–       – Queso Provolone con Cabernet Sauvignon.

–       – Queso Asiago con un vino de Burdeos.

–       – Queso Roquefort con vino blanco Gewurztraminer.

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