Estudiante expulsado por zoofilia tramita amparo para poder titularse

El estudiante que la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), que había sido expulsado por supuestamente haber realizado actos de zoofilia, tramitó un amparo para poder titularse, revelaron Teresa García Gasca, rectora de dicha institución, y Monserrat Trejo Calderón, integrante del área legal universitaria.

Al respecto, Trejo Calderón aclaró que fueron dos amparos los tramitados, el primero ellos en contra de la suspensión de sus derechos en un primer momento, es decir, la no celebración de una ceremonia de titulación; y el segundo fue en contra de la expulsión, en la cual el juez concedió una suspensión de dicha sanción, permitiéndole al estudiante la posibilidad de titularse.

“Hubo dos amparos tramitados por el estudiante; uno fue por la suspensión provisional de los derechos académicos derivado de las conductas que se le adjudican. (…), identificándose una expulsión, viene un amparo que está en trámite, hubo una suspensión (de dicha sanción) decretada por el juez”, puntualizó Trejo Calderón.

Además, agregó que existe un cambio de juez, quien emitirá la resolución final del juicio de amparo principal.
Al respecto del proceso interno, la doctora García Gasca aseguró que el bestialismo sí fue confirmado por la Comisión Instructora que investigó el caso, y la Comisión de Honor y Justicia fue la encargada de dictar la sanción.

“La Comisión Instructora es independiente de Rectoría y es autónoma en sus dictámenes. Lo que se revisó en la Comisión de Honor y Justicia, que esa sí la presido, fue la lectura del expediente y la resolución final. De acuerdo a lo que se tiene en el expediente, se concluye que efectivamente ocurrió el hecho (de bestialismo)”, subrayó García Gasca.

A esto, Trejo Calderón agregó que la Comisión Instructora es un órgano colegiado cuya conformación está establecida en los estatutos orgánicos de la Universidad e informó que la confidencialidad del caso debe ser protegida.

El animal involucrado habría sido una “vaquilla” que se encontraba dentro de uno de los corrales especiales donde se confinan a los de su especie y que era uno de los animales con los que se experimentaba el uso de vacunas.

“Están confinados en corrales especiales porque son animales de experimentación. No se pueden mover, agachar, durante un tiempo en el que se está haciendo el trabajo experimental; se les inocula para producir vacunas”, puntualizó la funcionaria.