C-Lab: la apuesta por el urbanismo para mejorar la calidad de vida en Querétaro

C-Lab es una plataforma nacional, multidisciplinar y colaborativa creada hace un año por el Tec de Monterrey. Paola Bárcena, quien coordina la Región Centro (que comprende los campus ubicados en León, Morelia, San Luis Potosí y Querétaro), explicó que a través de esta iniciativa se ve a la ciudad como un punto de convergencia donde habitamos todos, y donde todos tenemos algo que aportar o hacer respecto. La ‘C’ significa colaboración, construcción, comunidad, cambio, corresponsabilidad o creación.

“Buscamos poner capital intelectual humano, intelectual e infraestructura del Tec a disposición de la ciudad. Queremos crear conocimiento, que no se quede solo intramuros, o que sea parte de una sesión de clase, sino que realmente transforme comunidades”, expresó en entrevista. Esto, mediante consultorías; licenciatura, maestrías, doctorados y diplomados o talleres; y la investigación aplicada al vincularse con la población.

En Querétaro, consideró, aunque existe mucha gente que trabaja en proyectos por el mejoramiento urbano, una de las principales áreas de oportunidad es que no existe una coordinación entre todos ellos.

“Nosotros podemos observar que hay muchas iniciativas desde diferentes trincheras, hay muchas personas que trabajan para hacer la ciudad mejor. La mayor necesidad que yo veo es la falta de articulación. Tenemos muy buena administración publica y buenas obras, pero están desarticuladas, o a veces no escuchan lo que realmente las personas quieren. El mayor reto en Querétaro es trabajar de manera colaborativa”, opinó.

En ese sentido, lo que este laboratorio busca es ser un habilitador de las relaciones entre los actores estratégicos para lograr construir una ciudad mejor planeada.

Intervención en Jurica

Desde hace un año, C-Lab trabaja de la mano de María Elisa Wolfer García Conde, presidenta de la asociación de Colonos de Jurica, en la realización de un proyecto que tiene como objetivo el embellecimiento de la zona residencial, pero que también busca desarrollar una estrategia de intervención para evitar las inundaciones que comúnmente la afectan.

Bárcena explicó que esa zona no se inunda por casualidad, sino porque la actividad humana fomenta que no se tome en cuenta el componente ambiental en el crecimiento de una ciudad.

Bajo la idea de que exista participación ciudadana y el involucramiento de diferentes actores, se desarrolla el proyecto estratégico para la zona norte de Querétaro, que contendrá un diagnóstico para conocer cuál es el estado actual y así entender de dónde se parte; después, construir una visión entre todos los actores (en la zona hay desde reservas naturales, localidades rurales y asentamientos irregulares, hasta viviendas, industria, comercio, y vialidades importantes, como la avenida 5 de Febrero).

El proyecto tendrá estrategias territoriales, principalmente cómo debería crecer lo que ya está urbanizado y cómo deberían ser los espacios públicos, cómo orientar los desarrollos con una visión de crecimiento ordenado y respetuoso con los entornos ambiental y social, cómo aprovechar las áreas verdes para mitigar los efectos de las inundaciones y, consecuentemente, mejorar la calidad de vida de las personas.

Parque Puerta Jurica

El C-Lab trabaja en el mejoramiento de parques, movilidad y cómo lidiar con los bordes de industria pesada, así como con los asentamientos irregulares. A raíz de eso surgieron varias gestiones, entre ellas, considerar a Jurica como parque.
“Hicimos una estrategia de trabajar todo Jurica como si fuera todo un parque tomando como referencia los que existen actualmente como los espacios de encuentro. Jurica tiene cuatro parques grandes: ‘La Paloma’, ‘Ciruelos’, ‘Arboretum’ y el jardín de la entrada, en cuyo proyecto de mejora trabajamos en el verano”, relató.

Para el proyecto de este parque, que es donde está ubicado el centro de acopio de reciclaje (uno de los más antiguos de Querétaro) y que ya cuenta con un espacio de jardín, se gestionó un proceso de participación de diseño entre los vecinos en una primera etapa de levantamiento de necesidades. Aunque hubo participación, no fue la que hubieran querido, pues de las mil familias que habitan la zona, solo asistieron 200 personas.

Luego del ejercicio, se planeó la construcción y rehabilitación del parque y, aunque el diseño está concluido, la siguiente etapa será desarrollar un proyecto técnico y conseguir los recursos para que se comience a invertir en la construcción del mismo. El nuevo lugar llevará por nombre Parque Puerta Jurica y será un espacio de bienvenida a la colonia.

Uno de los logros que ha cosechado C-Lab a través del proyecto que desarrollan en Jurica es, precisamente, la articulación de actores involucrados: la ciudadanía, a través de la convocatoria a participación y de la colaboración con asociaciones civiles como la de Colonos de Jurica; la iniciativa privada, con la participación económica de desarrolladores y empresarios que se suman al esfuerzo colectivo; la academia, por medio de los servicios que la plataforma aporta; y finalmente los gobiernos, que deben fungir como facilitadores en la ejecución de estas gestiones.