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El amor puede llevar a las personas a niveles cercanos a la locura

Por Staff Códice Informativo - 14/02/2018

El psiquiatra Christian Arellano Troncoso explicó que el enamoramiento genera un coctel de sustancias químicas que generan en las personas comportamientos de arrebato generados por una percepción alterada de la realidad

 El amor puede llevar a las personas a niveles cercanos a la locura

Foto: Archivo

El cerebro genera durante el enomoramiento una serie de sustancias químicas similares a las drogas y pone a trabajar su sistema de neurotransmisores a niveles cercanos a la locura, dijo hoy el psiquiatra Christian Arellano Troncoso.

El experto del Hospital General de Zona número 2 de Coahuila explicó que cuando una persona se enamora aparece la feniletilamina, y con ello se incrementan los niveles de dopamina, norepinefrina (adrenalina) y oxitocina, hormonas que pueden crear una forma alterada de la realidad.

“La feniletilamina es una sustancia que el cerebro fabrica para estimular el sistema nervioso; en el enamoramiento se eleva la medida de producción y el cuerpo responde con sensaciones del placer“, apuntó.

La noreprinafina (adrenalina) juega un papel importante en el estado de alerta y en las emociones; en tanto la oxitocina funciona como un mensajero químico del deseo sexual y se segrega en grandes cantidades durante el orgasmo, abundó.

Cuando surge el amor, estos neurotransmisores comienzan a trabajar en forma elevada y dan lugar a los típicos arrebatos sentimentales, que llevan a hacer cosas que en otra circunstancia no se harían.

El experto señaló que estas sustancias son similares a las drogas, se asocian al placer y generan un “coctel” capaz de modificar de manera temporal la conducta humana.

Señaló que las endorfinas son compuestos segregados por el cuerpo con estructura química similar a la morfina y otros opiáceos.

Pero, al igual que en el consumo de drogas, el cerebro genera tolerancia, por lo que en un plazo aproximado de tres años sobreviene el desenamoramiento y la persona se da cuenta de que su pareja tiene múltiples defectos, los cuales antes no veía”, detalló.

Tras la fase de la pasión, decaen los niveles de producción de feniletilamina, y puede ocurrir la separación o el ingreso de la pareja a la etapa del apego, en la cual se generan endorfinas, que permiten mantener tranquilos al hombre y a la mujer, pero ya sin ese sobresalto inicial y sin la pasión que antes los unía.

“Esta sensación de sosiego forma parte de la etapa del cariño y seguridad”, dijo el experto, quien agregó que en este período, lo más sano es evitar el “apego forzado”, que en ocasiones ocurre por razones económicas o sociales.

“Lo óptimo es transitar a un afecto consentido, en el que ambas partes estén interesadas en continuar y alimentar la relación”, recomendó.

Algunas opciones para favorecer la relación son ofrecer a la pareja tiempo de calidad, por ejemplo: viajar o acudir a alguna clase juntos.

“Buscar espacios para convivir de manera armónica y aprender cosas nuevas en pareja permite que se sigan generando endorfinas y que la relación perdure”, concluyó. EFE


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