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Fallece primer nuncio apostólico en México

Por Karen Munguía - 27/05/2016

Se trata de Girolamo Prigione, polémico prelado al que se vincula con figuras como Salinas de Gortari y los Arellano Félix

 Fallece primer nuncio apostólico en México

Girolamo Prigione, arzobispo titular de Lauriaco, falleció este viernes 27 de mayo, a los 94 años de edad, en la casa de reposo Orquidea en Alejandría, así lo dio a conocer este día a través de un comunicado de prensa la Conferencia del Episcopado Mexicano.

Prigione es conocido por ser el primer Nuncio Apostólico en México, así como por sus relaciones con los hermanos Arellano Félix, jefes del cártel de Tijuana, con quienes incluso mantuvo varias reuniones en la Nunciatura Apostólica.

Además, fue uno de los principales impulsores de la reforma constitucional promovida por el gobierno del ex presidente Salinas de Gortari en 1992, de donde nació su ley reglamentaria, la ley de asociaciones religiosas y culto público.

El Prelado, nació en Castellazzo Bormida, de la diócesis de Alejandría, el 12 de octubre de 1921, y fue ordenado sacerdote el 18 de mayo de 1944. Entró en el servicio diplomático de la Santa Sede en 1951, habiendo prestado su servicio, sucesivamente en la propia Representación Pontificia en Italia, Gran Bretaña, Estados Unidos de América y Austria, cubriendo también el encargo de delegado en la agencia internacional para la energía atómica con sede en Viena.

Una vez electo para la Iglesia titular de Lauriaco, el 27 de agosto de 1968, fue nominado Nuncio Apostólico en el Salvador y en Guatemala. El 24 de noviembre de 1968 recibió la ordenación episcopal. El dos de octubre de 1973 se convirtió en Pro Nuncio Apostólico en Ghana y Delegado Apostólico en Nigeria. Fue el siete de febrero de 1978 cuando recibió el encargo de Delegado Apostólico en México, y se convirtió en Nuncio Apostólico el dos de octubre de 1992.

El 31 de mayo de 1997 se retiró del servicio diplomático, durante el cual visitó numerosas Iglesias locales, también para conferir la ordenación episcopal a muchos nuevos obispos.


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