Hotel Beresheet, lujo en el desierto del Néguev.

Israel es sin duda una de las regiones más históricas del planeta, durante siglos ha sido motivo de innumerables disputas por su control y posesión, pero también ha sido destino esencial en la búsqueda espiritual no sólo de las religiones de tradición judeo-cristiana. Al sur del país, en el desierto del Néguev y más específicamente en el cráter Ramón, el cual es el más grande de creación no meteórica del planeta, se encuentra el hotel Beresheet, un lugar de escape para los que buscan alejarse del mundo y entrar en contacto consigo mismos o con la naturaleza.

Construido en la cima de un acantilado, este lujoso establecimiento ofrece vistas al majestuoso desierto, el cual es la reserva natural más grande de Israel. Sus 111 habitaciones están distribuidas en cómodos bungalows que rodean el edificio principal, en el que se encuentran la recepción, el restaurante-café, el spa y el lobby. El edificio está diseñado para que los visitantes puedan disfrutar del paisaje en cualquier punto del mismo, mientras que los acabados del interior están hechos en gran medida de madera y rocas naturales, con el propósito de acoplar el edificio lo más posible al entorno natural, además, el proceso de construcción le llevó alrededor de cuatro años al arquitecto israelí Yehuda Feigin debido a los lineamientos ecológicos que tuvo que seguir para llevar a cabo el proyecto.

Detalles de decoración, como la transformación de piezas de madera de viejas vías del tren en escaleras y los tapices tejidos originales, hechos por los pueblos nómadas del desierto, le dan in valor agregado a este hotel de ensueño. Para conocer más sobre Beresheet, visita su página web.

El segundo fin de semana de Coachella empieza este viernes.