¡Hasta pronto, Gallos!

Aquí terminó una historia que empezó hace cuatro años. Me da nostalgia pues podría decir que también empezaba la mía, fue en el 2009 cuando por primera vez tuve la oportunidad de trabajar en un medio de comunicación, cuando pude ser parte de una fiesta que envolvía a toda una ciudad y que hoy la vuelve a unir en un mismo sentimiento.

Porque en momentos como este es cuando te das cuenta que el fútbol es más que un deporte, representa pasión, nuevas experiencias, amistades, amor, dolor y todo por 11 jugadores que corren tras un balón. 

Ayer la triste noticia nos agarró a muchos a medio camino, porque todos estábamos a la expectativa de lo que ocurriera con Atlas y Puebla, todos creíamos en el milagro y más cuando Matías Vuoso adelantaba a los Zorros faltando casi 5 minutos para el final. En el autobús de prensa a todos se nos puso la piel chinita, se escucharon gritos y aplausos y luego un silencio ante un gol cantado que finalmente supimos que era de los poblanos.

Ahí supimos que ya no había otro camino, un empate de Puebla significaba la despedida de los plumíferos. Casualmente el Atlas que siempre fue contundente, que ocupa los primeros lugares de la tabla, que juega al ataque, esta vez no lo hizo, dejó correr el tiempo y la imaginación de los queretanos que comentaban en las redes sociales..”si hay corrupción en la FIFA, que no haya en la Liga…” ¿Será?

A pesar de todo, se calculo que llegaron al Omnilife cerca de 3 mil aficionados plumíferos, pintando una parte del Estadio de un mismo color, cantando a una sola voz, demostrando -como ellos dicen- que su amor va más allá de un descenso.

Me parece que muchos aún no lo creemos, ni la afición, ni los mismos jugadores, tal vez Ambriz sí, quien fue el único que no quiso hablar ante los medios. Pues en general hay un sentimiento de orgullo, no sólo se hizo lo que se pudo, se hizo algo más, se calificó a una liguilla que nunca llegará, se han sumado tantos puntos que si ganan a Puebla llegarían a unas históricas 27 unidades.

El problema quedó atrás, cuando en el 2012 se sumaron en un torneo 12, en otro 7 puntos, hoy vivimos las consecuencias, hoy es difícil pensar que tendremos que ver al equipo jugar en la liga de ascenso con el consuelo de que sólo esperaremos un año y el equipo estará de regreso.

Está la otra posibilidad, el llamado Plan B en el que se habla de una inversión de gobierno para traer otro equipo, San Luis o Jaguares. Adolfo Ríos me comentaba en la semana que el plan B es Toros Neza, otro equipo, al parecer de Amado Yáñez y que está peleando por ascender. 

Esta es la parte que no me gusta, cuando el fútbol es un simple negocio, se va un equipo , pero “No importa, les traemos otro”, aún tengo mis dudas, los jugadores parecen entusiasmados ante esa posibilidad pues quien no quiere seguir en el máximo circuito, ¿pero la afición?… ¿Piensan igual? ¿Les importaría decir… estos son los Jaguares, ahora llamados Gallos Blancos?

Por lo pronto no nos queda más que una despedida que será el próximo sábado a las 9:00 de la noche, horario que cambia de acuerdo al reglamento de la Liga Mx. Ojalá que sea un hasta pronto.