Benedicto XVI celebra la última audiencia de su Pontificado

Ante más de 150 mil personas congregadas en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI presidió este miércoles la última audiencia de su pontificado.

Desde que hizo su arribo a la plaza de San Pedro en el Papa móvil a las 10:37 de la mañana, (tiempo de Roma) el Pontífice fue recibido con ovaciones y así continuó su recorrido por cerca de 15 minutos.

En el sagrario de la plaza estaban presentes decenas de cardenales obispos y diversos mandatarios que se dieron cita en esta última audiencia papal.

En su alocución, el Pontífice rememoró aquel 19 de abril del 2005 cuando fue elegido sucesor de Pedro:

“Cuando el 19 de abril de hace ochos años, acepté asumir el ministerio petrino, tuve la firme certeza, que siempre me acompañó: esta certeza de la vida de la Iglesia, de la Palabra de Dios. En aquel momento, como he expresado ya varias veces, las palabras que resonaron en mi corazón fueron estas: ‘Señor, ¿por qué me pides esto y qué cosa me pides? Es un gran peso el que me pones sobre los hombros, pero si tú me lo pides, en tu palabra echaré las redes, seguro que me guiarás”.

Durante el pontificado, dijo Benedicto XVI, hubo días de sol y de brisa ligera, pero también hubo momentos de aguas agitadas, con vientos contrarios en los que el Señor parecía estar dormido.

Benedicto XVI también señaló que en los últimos meses vio que sus fuerzas disminuían y que después de haber meditado en la oración, tomó la decisión de renunciar, consciente de la gravedad y la novedad de dicha acción:

“Tomé esta decisión con profunda serenidad de ánimo”. Pero la renuncia al ministerio petrino activo, subrayó, “no significa regresar a tener una vida privada. No dejo la cruz, sino que me quedo de una forma nueva. Ya no tendré la potestad del oficio del gobierno de la Iglesia, pero me quedo en el servicio de la oración”, dijo el Papa.

Después de su alocución en italiano, el Papa dirigió un saludo en varios idiomas como francés, inglés, alemán, y por supuesto en español:

“Muchas gracias por haber venido a esta última audiencia general de mi pontificado. Asimismo, doy gracias a Dios por sus dones, y también a tantas personas que, con generosidad y amor a la Iglesia, me han ayudado en estos años con espíritu de fe y humildad. Agradezco a todos el respeto y la comprensión con la que han acogido esta decisión importante, que he tomado con plena libertad. Desde que asumí el ministerio petrino en el nombre del Señor he servido a su Iglesia con la certeza de que es Él quien me ha guiado. Sé también que la barca de la Iglesia es suya, y que Él la conduce por medio de hombres. Mi corazón está colmado de gratitud porque nunca ha faltado a la Iglesia su luz. En este Año de la fe invito a todos a renovar la firme confianza en Dios, con la seguridad de que Él nos sostiene y nos ama, y así todos sientan la alegría de ser cristianos”.

Durante la audiencia, el Papa lució sereno y de buen ánimo y en toda su alocución habló en un tono muy personal.

Al final se dirigió a la Sala Clementina para saludar a algunas autoridades europeas presentes.

El jueves 28 se despedirá de los cardenales y por la tarde partirá en punto de las 17:00 horas en helicóptero rumbo a Castelgandolfo.

Cuando sobrevuele por la llamada Ciudad Eterna, todas las campanas de Roma sonarán como un último homenaje al obispo de Roma.

Se prevé su llegada a Castelgandolfo a las 17:15 horas. Unos minutos más tarde se asomará al balcón de su residencia, para despedirse de los fieles.

A partir de las 20:00 horas con un minuto, Benedicto XVI será Obispo Emérito de Roma, dando lugar a la sede vacante, la sede de Pedro que espera a su sucesor.