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La fama

Por Andrés González - 03/05/2015

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

Cuarta semana. Día treinta y uno. Es el segundo trecho de las campañas. Y se espera, de ahora en adelante, la parte mayormente sustancial de […]

 La fama

Cuarta semana.

Día treinta y uno.

Es el segundo trecho de las campañas. Y se espera, de ahora en adelante, la parte mayormente sustancial de todos los candidatos de todos los partidos políticos, en propuestas, en definiciones, en tratar de esquivar acusaciones y digerir los golpes, los bajos y los directos.

En este segundo trecho se esperan los “debates, debates”, lo que sí podrían llevar ingredientes que afecten al adversario, incómodos o bien, que incidan en la intención real del voto ciudadano.

Entre Roberto y Pancho se anticipa un cierre de muchos señalamientos, más de los que hasta ahora se han ventilado.

Para ambos, esta semana podría dar diferencias, no las exhibidas que son muchas, sino las que podrían darse en  la urna.

Está el reto de las tres pruebas que Roberto le lanzó a Pancho. Y la respuesta de este.

Se termina la exigencia verbal y es momento ya de los hechos.

Y parte de lo exigido viene en  esta semana.

El otro frente, entre Marcos Aguilar Vega y Manuel Pozo, sigue más que abierto.

“Iremos por lo menos a otro debate de verdad”, me dijo Manuel Pozo.

Lo está fraguando. Lo medita y lo sueña. Lo acaricia y espera que pronto llegue. Sin reticencias ni controles partidistas. Sin engaños. Y que sin ser considerado “El debate del siglo” tenga lo que la pelea de Mayweather Jr. y Pacquiao  careció. Veracidad. Esta pelea fue de mentiritas, el debate de ambos podría ser de realidades.

A Marcos Aguilar Vega, el candidato del PAN a la presidencia municipal de Querétaro, se le ha ido acumulando la fama… la buena, la mala y la peor.

Muy dado a las demandas y denuncias de todo tipo, el candidato del PAN es también famoso, entre otras cosas, por las que, a diestra y siniestra, ha emprendido contra medio mundo.

Pero en este mar de demandas, se tiene  las que presume, las que cumple pero también las que olvida. Entre estas se encuentran las que no concluye. O bien caducan.

Es la presentada contra Tonatiuh Salinas por daño moral cuando este era presidente del CDE del PRI allá por diciembre del 2013, cuyo expediente es el 2174/2013, radicada en el juzgado primero de lo civil.

En ese juzgado se abrió el expediente en enero del 2014 y se ordenó notificar, solo que Marcos Aguilar proporcionó un domicilio equivocado.

Y es que el actuario al hacer la notificación en el domicilio proporcionado, sucede que no encuentra a nadie y así lo notifica. El asunto se queda poco menos que durmiendo el sueño de las acusaciones.

En mayo del año pasado, el abogado de Marcos solicita copias certificadas del expediente para evitar precisamente que caduque. Lo mismo realiza en una nueva promoción en agosto del año citado, pero no le mueve más.

Lo cierto es que a esta fecha del mes de mayo del año que corre, este expediente ya caducó y a leguas, se nota que lo radicó solamente para espantar con el petate del muerto.

¿Cuántas demandas más, de las muchas que dice presentó Marcos en los últimos dos años, las ha dejado caducar? La de Serafín Sánchez no prosperó en el IEEQ.

¿Cuántas más hay en bodega?

¿Y tú –como dice su spot publicitario- que piensas?

Andrés González

Periodista de toda la vida, egresado de la escuela Carlos Septién García, catedrático en la Universidad de Guanajuato, analista político en radio y prensa escrita, además de Premio Estatal de Periodismo en el 2000.


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