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Un día en San Lázaro

Por Andrés González - 25/04/2018

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

La sesión de este martes es particularmente larga. Las fracciones todas se apuran a sacar los dictámenes pendientes. Están – en esta semana – en la parte final del último Período Ordinario de Sesiones

 Un día en San Lázaro

El edificio que en la capital del país alberga al Poder Legislativo – la Cámara de Diputados – semeja una enorme fortaleza la que, sin embargo, se nota golpeada por los más recientes acontecimientos sísmicos, particularmente los del pasado mes de septiembre.

El Palacio Legislativo de San Lázaro que congrega a 500 diputados – un poco menos por las variantes de las circunstancias políticas o médicas – es también considerado como “el corazón político de la Nación”, de donde emanan las leyes, las que dieron lugar a las últimas reformas estructurales – en la LXII legislatura – la muy reciente derogación del fuero en la LXIII, para convertir a todos los servidores públicos, incluyendo el Presidente de la República, en ciudadanos sin privilegio mayor ante la ley.

En esta, la LXIII legislatura federal, ve ya cercano el cierre de la encomienda, justo cuando las campañas por todo el país, preparan el relevo, con el difícil, asediado y codiciado voto del ciudadano.

La sesión de este martes es particularmente larga. Las fracciones todas se apuran a sacar los dictámenes pendientes. Están – en esta semana – en la parte final del último Período Ordinario de Sesiones.

El trabajo es –por eso – a marchas forzadas.

Y ahí todo parece urgir.

Esta logró sacar adelante la Ley de Seguridad Interior, exigida por los gobernadores de todos los estados del país, pero particularmente los mayormente agobiados por el crimen; el tema del Auditor Superior de la Federación y el “no al fuero” ya arriba citado, por comentar solo algunos de los más recientes, este último ya en la cancha del Senado de la República.

Coincidimos en este Recinto, dos grupos de queretanos. El de los periodistas de esta tierra – seriamos nueve – que, invitamos por el diputado federal Hugo Cabrera Ruiz, conocimos de cerca la complicada y nada fácil tarea del diputado. Hugo ve ya también cercana la orilla de la entrega de la responsabilidad conferida por el voto. Y fue su cuarta responsabilidad ganada a pulso por decisión democrática.

El otro grupo de queretanos hizo la presentación en el Congreso del libro “El Ejido de Santa Rosa Jáuregui, Querétaro” en una edición apoyada por la Cámara de Diputados y prologado por Hugo Cabrera.

Ya adentro de la majestuosa construcción, se vive otro mundo.

El Palacio Legislativo de San Lázaro se convierte, particularmente los días de Sesión, en un conglomerado de intereses pluripartidistas. Y así es martes a martes, jueves a jueves en los períodos de sesiones. Trabajan en este poder algo así como 4,200 personas, incluyendo desde luego a los señores diputados. En los días de Sesión, se tiene una población flotante que alcanza en total a las 6 mil personas.

Las sesiones del Pleno son imponentes. Imposible guardar silencio absoluto. Son las voces, el murmullo político del país, son los tableros que anuncian el sentir de los votos, el rumbo de los acuerdos, cuando de enderezar se trata, sesión a sesión, los reclamos ciudadanos.

Nos tocó ser testigos de la “manifestación del día” en un lugar a donde confluyen, casi semana a semana, las inconformidades del país, de los grupos y organizaciones. Y van de todas las entidades del país, de todas las ciudades en donde se tenga un problema considerado ya grave.

Y se toca ahí fuerte, tan fuerte como para que los legisladores les oigan, les hagan caso.

Pero ahora el murmullo crece hasta llegar a gritos. “Solución, Solución” se oye, al pie de las puertas del Pleno que permanecen cerradas. Es la comunidad laboral del legislativo, la que reclama sus derechos, liquidaciones a tiempo – según lo convenido – y en forma.

Y fueron estos, los gritos de esta manifestación, los que interrumpieron el recorrido programado para la prensa queretana, preparado con pulcritud por las personas auxiliares del diputado Hugo Cabrera. Por el dinámico joven Luis Fernando Pérez, su coordinador de prensa; por la señorita Alma Bernal su secretaria particular o bien, conocer a detalle no solo la formación del legislativo, sino el sentido y el significado histórico, político, de todo el majestuoso edificio del Palacio de San Lázaro, obra arquitectónica de don Pedro Ramírez Vázquez. El frontispicio es inspiración del muralista guanajuatense José Chávez Morado, que le hace honor a todo lo mexicano, desde sus colores en la construcción, los materiales utilizados hasta los simbolismos que ahí armónicamente plasmara el notable artista plástico. Todo esto con la narración magistral del relator Luis Ballesteros.

También para el queretano Hugo Cabrera la orilla de la responsabilidad, encargo del ciudadano, está cerca.

Y es momento de balances:

“Yo considero que nunca se deja de aprender. La Cámara de Diputados me deja un sabor de boca muy agradable. Me deja una magnífica experiencia y puedo decir, sin duda alguna de equivocarme, que cumplió mis expectativas personales.

“Esta, la de ser diputado federal por Querétaro, ha sido para mí una gran oportunidad de servicio. Creo que he puesto lo mejor de mi persona para servir a la gente. Y al no tener un padrinazgo político – y esto siempre lo he subrayado – quiénes me han dado las oportunidades de trabajo son los ciudadanos, la gente con la que nunca he perdido contacto.

“Para mí, los municipios de Querétaro, todos, sin importar color ni gobierno del que proceden, son origen y destino. Y…con un gobernador de oposición, respeto y trabajo. Ya habíamos pasado el propedéutico cuando fui diputado local, 2003 – 2006. Ahora, con el actual gobernador, podemos haber tenido puntos de vista diferentes, discrepar, pero eso no significa entrar a un terreno de descalificaciones o en lo personal. En ese aspecto yo siempre he procurado ser respetuoso. Respeto mucho a las instituciones que representan al Estado, mi entidad federativa. De mi parte, así seguirá siendo esa relación, de respeto y de trabajo por Querétaro”.

Hugo Cabrera lleva a la par que su trabajo legislativo, también ahora la coordinación de la campaña de Meade en Querétaro.

Las buenas cuentas en el legislativo están a la vista. Las de la coordinación, el empeño se habrá de incrementar.

Andrés González

Periodista de toda la vida, egresado de la escuela Carlos Septién García, catedrático en la Universidad de Guanajuato, analista político en radio y prensa escrita, además de Premio Estatal de Periodismo en el 2000.


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