La pareja: Cuando no siento confianza.

“Tu tarea no es buscar el amor, sino buscar y encontrar las barreras dentro de ti mismo que has construido contra él”
Rumi.

En el artículo anterior les compartía que las parejas que acuden conmigo a proceso terapéutico inician el proceso por diversas razones. Que desde mi experiencia las razones que más coinciden son; cuando no se sienten aceptados por el otro; cuando no hay confianza suficiente entre ellos; cuando no se sienten respetados en sus limites o necesidades; cuando no se sienten reconocidos en la relación y cuando se sienten traicionados.

De acuerdo con Carlos Macias en su libro Una breve teoría sobre el amor: Aceptación, confianza, respeto a mis necesidades, reconocimiento y lealtad, son las cinco necesidades que tenemos en nuestra primera infancia y posteriormente serán las cinco etapas por las que la relación de pareja pasará, serán estos los cinco ingredientes que estarán en juego en la relación adulta.

Cuando alguna de estas no se satisface en nuestra vida presente, nos dará la gran oportunidad de conocer aquello que nos desconectó en la infancia de nuestra energía vital, de la energía que nos permitía movernos en un ciclo amoroso y fluido, nos pondrá cara a cara con la herida.

Recordemos que el niño necesita de un tipo de amor en cada etapa de su desarrollo. En la primera etapa, requiere sentirse aceptado, sentir que tiene un lugar en este mundo al que llega. Esta etapa, sus necesidades y descripción de cómo se presenta en la pareja lo vimos en el artículo anterior.
Cuando no siento confianza.

En un segundo momento, el cual va desde el nacimiento hasta los dos años de vida aproximadamente, el niño necesita confiar en que sus necesidades podrán ser satisfechas.

Necesita que su cuidador principal sea confiable, que si éste se aleja regrese, que si tiene hambre se acerque, que si tiene frio sea cubierto. La oportunidad con la que el cuidador principal atienda estas necesidades será algo que dará espacio al niño para sentir confianza o desconfianza.

EL niño necesita poder depender. Depender, una palabra que ha sido tan satanizada en nuestra sociedad. Algunos aún hablan de la independencia como una cualidad. Les parece todo un orgullo decir “soy independiente” y en muchas ocasiones esa mal nombrada independencia en realidad los deja en estado de completo aislamiento, sin confianza para poder pedir al otro, sin confianza para mostrar vulnerabilidad y sin poder aceptar que de independientes no tenemos nada como humanidad.

Me atrevo a decir que “la independencia” ha sido la estrategia perfecta para no mirar la desconfianza en la que muchas veces vivimos.

En cualquier relación, pero aún más claramente en la de pareja formamos un vínculo de interdependencia, una dependencia mutua y recíproca. Saber si la persona que esta a nuestro lado es confiable es una cuestión de instinto y protección.

¿Qué es confiar? Confiar es permitirle a la otra persona conocer mi vulnerabilidad, derribar las capas construidas de defensa para permitirle al otra mirarme y con esta mirada de manera inevitable afectar mi estar.

Pero cuidado, una de las trampas más comunes en las que caemos cuando estamos en relación, es que tan pronto como confiamos en alguien, creemos que porque nos hemos abierto se supone que la otra persona ésta obligada a satisfacer nuestras necesidades.

Citando a Krishnananda “Cuando estamos en esta situación es como si lleváramos unas gafas que nos enturbian la vista, lo que vemos en estas gafas muchas veces deja de ser nuestra pareja para convertirse en la proyección del padre o la madre que nunca tuvimos y que deseamos con desesperación. Pero las expectativas actúan como un repelente, en lugar de satisfacer necesidades de nuestro niño interior nuestra pareja se aleja por culpa de nuestras reacciones y exigencias, con lo cual nos asustamos y desesperamos mucho mas”.

Y como respuesta al alejamiento de nuestra pareja nos decimos una vez mas “no puedo confiar”.

¿Cómo se construye la confianza en una relación? Se construye con el día a día, sobretodo en los primeros años de la relación. Una vez que deja de estar en juego la aceptación, comenzamos a vernos entre nosotros, te empiezo a ver a ti y no a la mascara de aceptación, te veo un poco mas allá, y solo mirándote sabré si eres alguien con quien puedo compartir mi intimidad, mi vulnerabilidad. Con la conciencia de que no te corresponde sostenerla ni hacerte cargo de ella, pero si saber que tienes la disposición de mirarla, validarla y acompañarme través de ella.

Como saben este ciclo escolar termina y esta será mi última publicación del ciclo, muchas gracias por leerme y ojalá nos encontremos por aquí pronto. Les dejo mis datos de contacto donde podrán conocer los distinos talleres presenciales o virtuales que doy tanto para pareja como individuales. Hasta pronto!

Pamela Andrade Aguilar
Psicoterapeuta Gestalt.
Especialista en Terapia individual y de Pareja.
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