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Un mundo maravilloso

Por Staff Códice Informativo - 24/08/2012

Viejos conocidos de la política departían alegremente en un restaurante de mariscos cuya especialidad es el pescado zarandeado estilo Sinaloa

 Un mundo maravilloso

El pasado jueves 23 de agosto, departían alegremente en un restaurante de mariscos, cuya especialidad es el pescado zarandeado estilo Sinaloa, viejos conocidos de la política.

Botellas de vino tinto, langostinos y orujo, como digestivo, fue lo que se podía apreciar en aquella mesa, con personajes que disfrutaban del buen comer, de la plática y lo más importante, ¡de las buenas nuevas!

Quizá aquellos comensales evocaban viejas glorias obtenidas en la administración estatal pasada, quizá “futureaban” sobre lo que les esperaba los próximos tres años, o quizá añeja amistad, ¿o complicidad? los unía esa tarde de jueves.

Lo que sin duda se percibía en el brillo de sus ojos era la seguridad de estar dentro de “la jugada política” una vez más; de poder hacer patente el embeleso del poder por los próximos tres años.

Dos de nuestros personajes son actualmente diputados electos, uno federal y otro local, el otro es regidor electo -aunque suplente- de un distinguido y aguerrido aspirante a la presidencia municipal en el pasado proceso electoral y en su momento también diputado local en el segundo trienio de la administración “garridista“. Uno más funge como funcionario público, pero en su momento manejó los sótanos del poder Ejecutivo estatal.

En la mesa, había algunos lugares vacíos, quizá gente que no atendió la convocatoria o tal vez que no quiso ser vista con aquellos viejos “lobos de mar”.

La fecha -23 de agosto- no es casual, quienes conocen de política dicen que en esos terrenos no hay casualidades, con mucho, la fecha es simbólica, fue clave en la asignación de diputados y senadores federales por el principio de mayoría relativa.

Quienes estaban reunidos en aquel restaurante lo sabían por demás. En una coyuntura de los designios políticos, uno de los afiles del priismo queretano había quedado fuera de las curules federales.

Los que saben afirman que la gente de Peña Nieto había operado fuertemente para que un diputado de mayoría relativa de Coacalco, en el Estado de México, afianzara su triunfo ante las instancias legales correspondientes, tras ser impugnado.

Esto, en números, representaba que el PRI, al obtener una curul por mayoría relativa, dejaba de obtener una por representación proporcional. Así las cosas, quien seguía en la lista de la segunda circunscripción territorial  era nada más y nada menos que Tonatiuh Salinas Muñoz, excoordinador de la campaña de Peña Nieto en Querétaro quien, sin mucho que hacer, quedó fuera de la Legislatura.

Pero no solo eso, al perder ese diputado en el reparto de plurinominales, pasaba la estafeta al siguiente  partido con mayor votación en la circunscripción. Que en este caso fue Acción Nacional.

Esta coyuntura fue fatal para los priísta queretanos, quienes no únicamente perdían a un diputado federal plurinominal, sino que a su vez abrían la puerta al decano de los panistas duros de Querétaro: Alfredo Botello Montes.

Y es que con este movimiento de fichas, Botello regresaba con el pie derecho a las ligas mayores, tras una fugaz actividad como “coordinador” municipal por la salida de Francisco Domínguez de “Querétaro Capital“.

Así las cosas, el marcador final fue Acción Nacional cinco diputados federales; el Revolucionario Institucional, 1 diputado federal, en lo que a Querétaro corresponde.

Quienes conocen del caso saben que el día de ayer fue como una cubeta da de agua helada para los chicos que operaron las campañas priísta en nuestra entidad.

Por cierto, quienes estaban en aquel restaurante de mariscos departiendo alegremente eran Alfredo Botello, Felipe Urbiola, Marco Antonio León y Ricardo Martínez Rojas Rustrián. ¿Coincidencia o coyuntura?


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