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De las sufragistas a la Presidencia

Por - 27/10/2017

El siglo XXI sería impensable sin la presencia de las mujeres en los ámbitos político, social y económico del País. A pesar de que en […]

 De las sufragistas a la Presidencia

El siglo XXI sería impensable sin la presencia de las mujeres en los ámbitos político, social y económico del País. A pesar de que en México no se ha alcanzado la igualdad plena entre mujeres y hombres, hay avances sustanciales especialmente en el ámbito legislativo en donde las acciones afirmativas -cuota y paridad- han presionado para lograr la incorporación de más mujeres legisladoras, y en presidencias municipales en algunos estados.

Pero en donde realmente hay un gran rezago es en el ámbito ejecutivo del más alto nivel político, en todo el mundo. Desde que se aprobó el sufragio femenino, solo 31 países han tenido 70 mujeres en el cargo de Jefas de Estado. Al día de hoy, solo en 16 países gobiernan mujeres, son: Alemania, Bangladés, Chile, Croacia, Estonia, Gran Bretaña, Islas Marshall, Liberia, Lituania, Malta, Mauritania, Namibia, Nepal, Noruega, Polonia y Suiza. En América Latina y el Caribe, en cuarenta años, ha habido diez Presidentas o Primeras Ministras; con la salida de Dilma Rousseff, quedan dos mujeres que gobiernan en Chile y en Jamaica.

Avances hay, aunque son insuficientes si partimos que en el mundo hay 193 estados soberanos, reconocidos por la ONU, resulta que menos del 8% son gobernados por mujeres en 2017. Con estas cifras, el mundo del siglo XXI está en deuda con los grupos de mujeres que demandaron, hace casi dos siglos, su derecho político de votar y ser votadas, las llamadas sufragistas.

En la segunda mitad del siglo XIX se inició el movimiento internacional, el de las sufragistas, por el derecho de las mujeres a votar. Fue un movimiento reformista social, económico y político que promovía el derecho a votar de las mujeres, y abogaba por el “sufragio igual” en lugar del “sufragio universal” en el que no se incluía a las mujeres.

Las sufragistas eran miembros de diferentes asociaciones que buscaban un mismo objetivo, pero usando diferentes tácticas. Por ejemplo, las sufragistas británicas se caracterizaron por una defensa más combativa seguidas por las alemanas y las estadounidenses, luego las escandinavas y las holandesas. En otros países, el sufragio femenino se logró desde las instituciones del estado mediante leyes que fueron impulsadas directamente por mujeres en la política.

En 1893 se aprobó en Nueva Zelanda el primer sufragio femenino con la restricción de solo votar y no ser votadas. En Europa, el primer país en conseguir el voto fue Finlandia en 1906; en América Latina, Uruguay en 1927; en México, 1953; y, Suiza hasta 1971. Hay países con características culturales y religiosas, en los que las mujeres tienen pocos años de ejercer su derecho a sufragar como en Arabia Saudita en 2015 -solo en elecciones locales-, en 2006 en los Emiratos árabes y en 2005 en Kuwait.

El movimiento sufragista no fue masivo, arraigó con más fuerza en las mujeres urbanas de clase media con cierto grado de educación, que buscaba la plena igualdad en derechos respecto a los hombres, y que es el paso previo al movimiento feminista. Las demandas siguieron siendo las mismas: el derecho al voto, acceso a la educación y al trabajo en condiciones dignas; la equidad de sexos para evitar la subordinación de la mujer y la doble moral sexual. El impacto de estos dos movimientos en el mundo actual, fue la movilización colectiva desde las organizaciones de mujeres que se amplió a otros países, a más mujeres y hombres que hoy son parte fundamental en la construcción de una sociedad más equitativa e igualitaria.

Hoy es común ver faldas y vestidos, tacones y collares en donde antes predominaban pantalones y corbatas. Con el voto, nacieron nuevas exigencias a los gobiernos democráticos para que inviertan esfuerzos y recursos en aras de la igualdad de género y el acceso de las mujeres a puestos de mando en el más alto nivel político, el de la Presidencia.

Con un Padrón electoral de 45.3 millones de mujeres, ¡ya es hora de que MÉXICO sea gobernada por una mujer!


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