Abraham Lule para CutOut Fest 2016

Diseñar para diseñadores probablemente sea el reto más difícil al que se puedan enfrentar quienes desempeñan esta profesión. Abraham Lule, el talento creativo detrás de la imagen gráfica para la novena edición del Festival de Animación y Arte Digital CutOut Fest, lo tiene claro, sin embargo sabía que este trabajo, además de proyectar todo lo que el festival engloba, también sería una plataforma para darse a conocer a un público internacional y para experimentar con su estilo propio.

Lule, como muchos lo conocen, es egresado de la carrera de Diseño Gráfico por la Universidad del Valle de México y cuenta con una especialización que cursó en la Escuela de Artes Visuales de Nueva York. Un buen periodo de tiempo formó parte del equipo del sello editorial Educare, especializada en libros de texto para escuelas, donde alcanzó el puesto de director del departamento editorial. Hoy, con 30 años de edad, es diseñador independiente. Esta es su primera colaboración con CutOut Fest, el evento de animación y arte digital más importante de México, el cual se llevará a cabo en Querétaro en noviembre.

«Mi relación con ellos nace a partir de CutOut Lab, donde hacen proyectos alternos al CutOut Fest (…) de ahí empezamos a tener buen rollo juntos y en la fiesta (de cierre del festival) del año pasado, como de broma, alguien dijo ‘a Lule le gustaría hacer la imagen’ y Bianca (de la dirección de CutOut Fest) dijo sí la vas a hacer», explicó en entrevista con Codicegrafía «después de halagarme me sentí muy abrumado. Ahorita quienes han hecho la identidad han sido cada vez mejores, cada vez han subido más la vara y el festival es cada vez más importante».

Una vez asumido lo abrumador como natural, el diseñador se puso manos a la obra. Después de miles de bocetos y de una investigación sustancial sobre el concepto que quería plasmar, hoy, en vísperas del evento, el cartel para CutOut Fest que Lule diseñó se puede ver por doquier en la ciudad. Un View-Master, la cámara de juguete emblema del festival, sentada sobre sus dos piernas largas y estilizadas, inspiradas en las ilustraciones de Gil Elvgren, el brazo izquierdo de piel amarilla cambia la diapositiva del juguete, el derecho, con un guante que remite a los clásicos de la animación, hace un gesto dramático.

«Para mi la forma de representar internacional fue a través de tres razas, asiáticos, blancos y negros, en cada una de las extremidades […] agregué más iconos a la ilustración, quería que el brazo gringo estuviera muy bronceado y con el guante de Mickey, creo que el público está muy mal informado […] todas estas películas de Pixar son increíbles, pero el mundo de la animación es mucho más amplio que eso, entonces sí quería que esta fuera una parte de crítica, de que está preocupado por lo que está viendo […] el otro brazo es la parte del anime, los asiáticos, que marcan una marcan una pauta para todos los que les gusta el arte digital y la animación, tiene un tatuaje que es el símbolo chino de ‘ver’. Las piernas representan el soporte de los negros, que son una raza fuertísima. Yo quería que esto fuera algo que le gustara a la gente, pero que si alguien lo observara pudiera encontrar nuevas cosas».

Diseño gráfico desde Querétaro

Tras haber diseñado la imagen de algunas marcas locales, su trabajo para CutOut Fest termina por consolidar a Lule como uno de los diseñadores referente en Querétaro, sin embargo para él aún queda un tramo formativo importante por recorrer «me gustaría retomar algo que nunca he hice antes que es tener unas bases gráficas de las grandes ligas del diseño, grandes estudios a nivel global, que es una formación que me falta», aseguró, y aunque estos estudios podrían llevarlo a otras latitudes, él piensa que el desempeño de un diseñador, o de cualquiera que trabaje en una industria creativa, no debe estar pautado por su ubicación geográfica.

Aunque su diagnóstico del trabajo que actualmente se realiza en México en el ámbito del diseño es de un crecimiento saludable aunque puntualizó que no es un diagnóstico que diferencie al país de lo que ocurre en otros países «algo que he detectado es que no he encontrado asombro en esta nueva tendencia de decir, antes de mostrar un trabajo, que es diseño mexicano para que pueda ser reconocido, o que el decir que es diseño mexicano le va a dar algún plus a lo que estamos haciendo como colectivo, al revés, se lo resta, creo que es un adjetivo que se le está agregando a mal porque tendría que verse sin decirlo, no tendríamos que estar recargándonos en eso para tratar de vender algo».

Si bien en Querétaro, como en otros lugares de México, hay presencia de talentos del diseño gráfico, la poca exigencia por parte de los clientes y de las instituciones educativas es, de acuerdo con Abraham Lule uno de los aspectos que más merma tienen en la calidad del trabajo, la solución sería verlo como un área de oportunidad, más que como una limitante.