El esperado 5G no llegará a México durante este año

Una de las grandes noticias tecnológicas de este 2019 es el desembarco de la tecnología 5G. En diciembre del año pasado, Qualcomm, una de las empresas más interesadas en el arranque de la quinta generación de telefonía móvil, dio a conocer en el marco del evento Snapdragon Summit 2018 que el 5G llegaría a México este año.

La noticia fue acogida con sentimientos encontrados pues, si bien el 5G ofrece a los usuarios grandes ventajas con respecto a los sistemas anteriores, son muchos los países y las compañías telefónicas que todavía no están preparados para poner en funcionamiento esta tecnología que, según Qualcomm, incrementará en gran medida el consumo de datos.

Esta no es una cuestión baladí, ya que uno de los principales objetivos de esta tecnología es conseguir que el consumo de contenido audiovisual sea igual de sencillo que el de música, ofreciendo mayor velocidad y calidad. Esta decisión se apoya en las nuevas dinámicas de consumo que se están generando en la sociedad.

La popularización y profesionalización de sectores como el de los eSports, del que han salido figuras como “Ninja”, un jugador de Fortnite que cuenta con más de 13 millones de seguidores, Lex Veldhuis, que triunfó en  StarCraft  y ahora hace lo propio en el póker, o el mexicano RobertoCein, que triunfa con sus retransmisiones en Twitch, provoca que cada vez sean más personas las que emplean el celular ya no solo para llamar, enviar mensajes de texto y emails o buscar información en la red, sino también para seguir en directo las retransmisiones de estas competencias. Esto requiere de una gran capacidad de conexión, lo cual supone un elevado costo para las compañías y, por extensión, para los usuarios.

El problema económico es el principal escollo a superar si se quiere llegar a implementar la tecnología 5G en México. Así lo ha informado recientemente el comisionado del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), Mario Fromow, quien señaló que, si bien se han detectado 11 mil 190 MHz de banda disponibles para esta tecnología, para las compañías telefónicas sigue sin ser un negocio viable en términos económicos.

A esto debemos sumarle la falta de infraestructura y recursos humanos para ponerla en marcha, pues, para que esta tecnología llegue a la mayor parte de los mexicanos, es necesario llevar a cabo un importante despliegue de fibra óptica en todas las regiones del país. Todo esto sin mencionar la necesidad de que se liberalice y se licite el espectro para la explotación de las redes.

Por todas estas razones, la tecnología 5G no llegará a México durante este 2019. En este sentido, la organización de operadores GSMA estima que la implementación real del 5G a nivel mundial se producirá en 2025, siendo Singapur, Estados y Unidos y Corea del Sur los pioneros. No obstante, la penetración del 5G no será igual en todos los rincones del mundo. Así, y siguiendo de nuevo los datos ofrecidos por GSMA, se espera que en 2025 Corea del Sur cuente con red 5G en el 59% del total de sus líneas móviles, Estados Unidos en el 49% y Europa en el 29%. En América Latina este porcentaje se reduce hasta el 8%, al igual que en el Caribe, mientras que Oriente Medio y el Norte de África solo contarán con el 6% del total de las líneas y África occidental con el 3%.

El 5G podría influir en los satélites

Pese a todas las ventajas que a priori presenta esta nueva tecnología, que no solo proporcionará una mejor conexión, sino que también afectará al internet de las cosas, la robótica o a las operaciones remotas, se han comenzado a detectar importantes inconvenientes. Según la publicación Nature, el uso del 5G en ciertas frecuencias podría interferir de manera directa en los satélites de observación que permiten monitorizar el vapor de agua presente en la atmósfera, dato clave para poder realizar predicciones meteorológicas. Estas interferencias no impedirían la realización de estas predicciones, pero sí que provocarían que el nivel de fiabilidad fuese mucho menor.

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), la NASA y el Centro Europeo para Predicciones Meteorológicas de Rango Medio ya han alertado de este conflicto, y los reguladores mundiales se reunirán el próximo mes de octubre en Sharm el-Sheikh (Egipto) para tratar de ofrecer soluciones.