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Brexit ¿qué pasó, qué es, qué sigue?

Por Staff Códice Informativo - 28/09/2016

Hace exactamente un año nos preguntábamos qué pasaría si Grecia saliera de la Unión Europea. Hoy nos encontramos ante la realidad de que Gran Bretaña se va de la Unión Europea en lo que se ha conocido en los medios como Brexit, después de un mediatizado referendo en el que la opción de salir obtuvo un 51.9% frente a la opción de mantenerse en la Unión Europea, que obtuvo un 48.1%

 Brexit ¿qué pasó, qué es, qué sigue?

Por: Eduardo Magaña

Antes de dar algunas teorías de lo que se viene, me gustaría describir brevemente lo que es el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, su nombre oficial, así como lo que es la Unión Europea. Por su PIB neto, Gran Bretaña es la sexta economía mundial y la segunda economía de Europa. El Reino Unido fue el primer país industrializado del mundo, así como la principal potencia mundial durante el comienzo del siglo pasado y durante todo el siglo antepasado.

Es un Estado miembro de la Unión Europea aunque no comparte la moneda común, el euro, y conserva la libra esterlina. Es uno de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, miembro del G20, G8 y de la Organización del Tratado Atlántico Norte, entre otros. David William Donald Cameron, o simplemente David Cameron, es el Primer Ministro de Inglaterra, aunque ya presentó su dimisión, como uno de las consecuencias del Brexit.

Ahora bien, la Unión Europea es una asociación económica y política compuesta por 28 países europeos (hasta antes de la salida de Gran Bretaña) que abarcan juntos gran parte del continente y es hasta ahora la única asociación de su género en el mundo. El origen de la UE se remonta al periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial. Empezó con el impulso de la cooperación económica. La teoría era que a manera de que aumentara la interdependencia económica entre los países, habría menos posibilidades de conflicto entre ellos. Fue así como en 1958 se creó la Comunidad Económica Europea (CEE). Esta en sus orígenes establecía la cooperación económica cada vez más estrecha entre seis países: Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos. Posteriormente se creó lo que ahora es un gran mercado único.

Lo que comenzó como una unión meramente económica, evolucionó para convertirse en una organización activa en todos los frentes políticos. Es en 1993 es que se hace el cambio de nombre de Comunidad Económica Europea (CEE) a Unión Europea (UE). Los ciudadanos de los países miembros de la UE están directamente representados en el Parlamento Europeo; los Estados miembros tienen su representación en el Consejo Europeo y el Consejo de la UE. Además de que la UE ha hecho posible más de medio siglo de prosperidad y crecimiento económico, también ha creado una moneda única europea: el euro, introducido inicialmente en 2002. El mercado único, si fuera un país, sería la mayor economía del mundo.

Como resultado de la supresión de los controles fronterizos entre los países de la UE, se puede viajar libremente por la mayor parte del continente. El mercado único permite que puedan circular libremente la mayoría de las mercancías, servicios, personas y capitales, y es el principal motor económico de la UE. No en balde, en 2012 la UE recibió el Premio Nobel de la Paz por su «contribución al avance de la paz, la reconciliación, la democracia y los derechos humanos en Europa».

El pasado 23 junio nos encontramos con que en verdad no todos quieren estar en la Unión. En una votación histórica, Gran Bretaña votó para salir de la Unión Europea. Brexit es una abreviatura de british exit o ‘salida británica’, en su traducción al español, que se refiere al referendo realizado por los votantes británicos para salir de la Unión Europea.

Los partidarios de la salida o Brexit habrían basado su opinión en una variedad de factores que iban de la competitividad global de las empresas británicas a las preocupaciones sobre la inmigración. Gran Bretaña ya había optado por salir de la unión monetaria de la UE y del espacio de Schengen (lo que significa que no comparte fronteras abiertas con los estados europeos). Los defensores de la salida argumentaban que la burocracia de Bruselas es un lastre para la economía británica y que las leyes y regulaciones de la UE son una amenaza para la soberanía británica. Este grupo de individuos de derecha quiere protegerse de aumentos en la inmigración y en el número de refugiados. Los líderes de la salida, al parecer, mintieron, ya que han desmentido y negado muchas de las ofertas que le hicieron al electorado británico para convencerlos de salir.

Mohamed El-Erian, asesor económico en jefe de Allianz, escribió en un editorial de Bloomberg que un voto británico para abandonar la Unión Europea impondría una gran inestabilidad a la ya existente fragilidad económica y de mercados financieros internacionales.  Esta votación también obligó al actual primer ministro, David Cameron, a renunciar, ya que él era el líder de la campaña para permanecer en la Unión.

Y, ¿por qué esto es tan importante? ¿Qué tiene que ver con nosotros? En primer lugar, esta decisión afectará sin duda la economía del Reino Unido, de Europa y por ende la economía global. La libra esterlina cayó a su nivel más bajo desde 1985 – aunque en los últimos días se ha revalorado. Una vez que se anunció la salida, las acciones estadounidenses y globales se desplomaron de forma simultánea.

El debate sobre salir o no de la UE también se ha proyectado a gran parte del debate político en otros países de la Unión Europea como Francia. Marine Le Pen, la lideresa de la derecha francesa, declaró que si es electa presidenta en 2017, «llamará a un referendo para que Francia salga de la UE». Asimismo, el probable candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, declaró que sacará a Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio con México y Canadá. Los sentimientos nacionalistas expresados por las personas que querían salir de la UE están estrechamente relacionados a los mismos sentimientos de un candidato presidencial republicano específico y sus seguidores.

Para nosotros, como mexicanos, esta votación afectará no solo a la economía y en general nuestro trato con Gran Bretaña, sino que también demuestra que nunca se puede descartar el arrastre que pueden llegar a tener las ideas del extremismo y la intolerancia. Esta votación era algo que se veía básicamente imposible; sin embargo, aquí estamos. ¿Podría esto significar lo mismo para una presidencia Trump? Tras el anuncio de los resultados, Donald Trump salió en apoyo de Brexit, por supuesto que lo haría. Todo lo que este voto significa, directamente representa su movimiento. Después de todo, su lema es ‘Hacer América (EEUU) grande otra vez’, y con sus ideas sobre la construcción de un muro y la prohibición de la entrada de todos los musulmanes al país, no está demasiado lejos de los británicos que votaron para salir de la Unión.

Esto significa que el miedo puede conducir a la gente a algunos extremos muy poco probables, que incluso dañen al mismo pueblo a corto, mediano y largo plazo. Esta salida, abrió una pequeña – o gran – caja de Pandora. Ya mencioné el caso de Francia, así como el peculiar (y no relacionado con la UE) caso de nuestro vecino del norte, pero en Escocia, en un comunicado publicado en la página web del Partido Nacional Escocés, Nicola Sturgeon dijo que iba a explorar todas las opciones para permanecer en la UE. La ministro principal de Escocia ha afirmado que un nuevo referéndum de independencia de Escocia es probable ¿qué significa esto para Escocia? Según Sturgeon, es «democráticamente inaceptable» que Escocia se enfrente a ser sacado de la UE cuando votó por quedarse. Por lo tanto, ha dicho que un segundo referéndum sobre la independencia para el país es ahora «altamente probable».

¿Y qué significa para Irlanda del Norte? El ministro principal Martin McGuinness dijo que el impacto en Irlanda del Norte sería «muy profundo» y que toda la isla de Irlanda ahora debería ser capaz de votar sobre la reunificación. Pero la secretaria de Estado para Irlanda del Norte, Theresa Villiers, lo ha descartado con el argumento de que las circunstancias no existen.

Por otro lado, el gobierno de España pidió el control conjunto de Gibraltar después de que los británicos votaron para salir de la UE, dicen que el Brexit podría dañar el comercio marítimo de la península, así como la industria del juego en línea y las finanzas. Mientras tanto el gobierno de Gibraltar declaró que «el Reino Unido debe actuar de inmediato para proteger a Gibraltar de las acciones resultantes de la votación para salir de la UE».

¿Ha habido otro estado miembro de la UE que haya dejado la Unión? Ningún estado nación ha dejado nunca la UE. Pero Groenlandia, uno de los territorios de ultramar de Dinamarca, celebró un referéndum en 1982 y votó, con un 52 por ciento para no estar en la UE, lo cual se concretó puntualmente después de un período de negociación.

Como estudiante universitario de Relaciones Internacionales, una de las lecturas obligadas fue El Choque de Civilizaciones (Clash of Civilizations) de Samuel P. Huntington, que pinta un paisaje post-Guerra Fría dominado por las identidades culturales y religiosas. En el libro, Huntington argumenta que los bloques culturales serán los que definan las guerras del futuro, así como la evolución del estado nación. Asimismo me enseñaron que la Unión Europea era el estándar de oro de gobierno supranacional, la prueba de que la cooperación internacional podía superar los intereses nacionales. Huntington pintaba un futuro de muros y sangrientas riñas culturales, mientras la UE significaba la esperanza de un futuro sin fronteras y donde la gente intercambiaba ideas.

Sin lugar a dudas, habrá quienes sostengan que el Brexit ha sido simplemente una decisión de soberanía nacional, una reacción ‘natural’ contra la naturaleza ineficaz y dominante de la UE. En su esencia, sin embargo, la UE representa el sueño de una identidad paneuropea y un futuro colectivo para el continente. Brexit finalmente definió que ser británico significa ‘no ser europeo’, lo que refleja un cóctel tóxico de disminución de crecimiento económico, descontento social, nacionalismo y xenofobia. Este movimiento, desafortunadamente, no se limita al Reino Unido. El argumento es el mismo en todas partes. Este conflicto se da a nivel mundial en diversos grados, desde el sentimiento anti-occidental en Rusia hasta el discurso que utilizan los grupos terroristas como el Estado Islámico para justificar la violencia en Medio Oriente. Es una carrera para ver quién puede dibujar las líneas de falla culturales más profundas.

El Brexit es, desafortunadamente, el comienzo de una era donde los muros dominarán Europa, tanto física como metafóricamente, destruyendo el camino andado para la libertad de movimiento. Digo esto como un ciudadano del mundo que ha tenido oportunidad de convivir y vivir con las culturas más diversas. Nos encontramos en una encrucijada moral como especie, espero que encontremos el equilibrio y el camino correcto para lograrlo.


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