UAQ reconoce a Mariano Palacios Alcocer por sus 40 años de servicio docente
El queretano con mejor currículum en la historia, aseguró Alfredo Garrido del Toral.
Con apenas 20 años de edad ya impartía la materia de Historia de la Filosofía 1 en la preparatoria de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), allá por 1972, es por ello que Mariano Palacios Alcocer recibió este viernes un reconocimiento de la casa de estudios al cumplir 40 años de servicio docente.
Quien fuera alcalde capitalino a sus 23 años de edad, rector de la UAQ a los 27, y gobernador del estado a los 33 años, Palacios Alcocer recibió el reconocimiento de manos de Gabriela Nieto Castillo, actual directora de la Facultad de Derecho, y de Javier Rascado Pérez, presidente de la Academia de Derecho Constitucional de la UAQ; galardón que fuera bautizada con su nombre, con lo que se distingue como uno de las personas principales de la vida académica del estado.
Palacios Alcocer, quien actualmente ostenta el cargo de embajador de México ante el Vaticano, hizo un llamado a la reinvindicación de la educación superior pública, la única que dice es capaz de crear en el ciudadano una conciencia social.
“México debe ser una sociedad de conocimiento, donde se forme escrupulosamente a las nuevas generaciones para que sean ciudadanos universales, ciudadanos del mundo. Yo que conozco a tantos queretanos valiosos, creo que hubieran sido de enorme utilidad al país y al mundo si hubieran quemado las naves y hubieran corrido la legua. Por eso creo que en este momento, el reto fundamental del país es un reto educativo, es un reto del rescate de la cultura y sus valores, es un reto para preservar la dignidad humana, es un reto para caer lejos de las tentaciones materiales o de poder temporal”, expuso Palacios Alcocer.
Alfredo Garrido del Toral, compañero académico y político de Palacios Alcocer, recordó que el queretano obtuvo el grado Summa Cum Laude al momento de titularse como doctor en Derecho Constitucional en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y aseguró que de tener que abreviar su historia en pocas palabras, lo definiría como un hombre de “carácter e inteligencia, con una vida intensa”.