Malasia confirma sentencia de mexicanos a morir en la horca; no se lo merecen, clama su madre
Los tres mexicanos fueron detenidos en marzo de 2008 en la ciudad de Johor en una nave industrial donde se encontraron metanfetaminas. La Secretaría de Relaciones Exteriores no se ha pronunciado al respecto.
El Tribunal de Apelaciones de Malasia confirmó este miércoles la sentencia a morir en la horca para los tres hermanos sinaloenses González Villarreal quienes fueron condenados en 2011 por el delito de narcotráfico.
Los tres magistrados de la corte rechazaron la apelación de los hermanos Luis Alfonso, Simón y José Regino, a quienes sólo les queda apelar al Tribunal Federal y, por último, solicitar el perdón real para escapar a la pena capital.
Hasta el momento, la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana no ha emitido ninguna información al respecto; ni se sabe de intervención alguna de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Los hermanos fueron detenidos el 4 de marzo de 2008 en una redada realizada por la Policía malasia en la ciudad de Johor, junto a un ciudadano malasio y otro singapurés, que también están condenados a muerte.
El abogado de los mexicanos, Kitson Foong, no consiguió convencer al tribunal de que los hermanos sólo se encargaban de las tareas de limpieza de una nave industrial y que fueron detenidos en la parte exterior de la nave donde los agentes encontraron 29 kilogramos de metanfetamina, un alijo valorado en 15 millones de dólares.
“Desgraciadamente, han rechazado la petición, vamos a presentar cuanto antes una apelación ante el Tribunal Federal“, manifestó Kitson Foong.
La sentencia impactó a los familiares de los nacidos en Culiacán, quienes se enteraron de la decisión judicial a través de tuits enviados desde Malasia y que fueron leídos por una joven a varios miembros de la familia reunidos la noche del martes para conocer el veredicto.
“Lo único que quiero es volverlos a ver, que vuelvan a casa, no se lo merecen, no son culpables”, dijo doña Carmen, madre de los mexicanos, según publicó un diario sinaloense.
Una forma de escapar a la pena capital es que la justicia malasia sustituya los cargos de narcotráfico por los de posesión de narcóticos, lo que les conmutaría la pena por una larga estancia en la cárcel y un castigo aplicado con azotes en las nalgas.
El abogado de los mexicanos González Villarreal también alega que un tercio de las metanfetaminas incautadas desaparecieron mientras eran custodiadas por la Policía, lo que debería suponer, en su opinión, la anulación del proceso judicial por una vulneración de los derechos fundamentales de sus clientes.
De acuerdo con el diario sinaloense Debate, los hermanos González Villarreal viajaron a Malasia motivados por un amigo que no ha sido identificado, supuestamente para tener una vida mejor, y aceptaron el trabajo de limpieza de una nave industrial en espera de un empleo en Singapur.
Los mexicanos pertenecen a una familia que se dedica a la fabricación de ladrillos en la colonia Loma de Rodriguera, en el extremo norte de Culiacán, una de las más precarias de la ciudad.
Cronología:
4 de marzo de 2008: Los hermanos hermanos Luis Alfonso, Simón y José Regino son detenidos en la ciudad de Johor por supuesta fabricación de metanfetaminas.
27 de abril del 2011: se inicia en el Tribunal Superior, en Kuala Lumpur, la primera vista del juicio en el que se acusa de narcotráfico a los tres mexicanos y a dos cómplices malasios. Comparecen en la sala dos hermanos González Villarreal y la esposa de Luis Alfonso, llegada desde México horas antes.
La Policía admite durante la sesión que un tercio de la droga requisada fue sustraída del almacén de la comisaría provincial de Johor Baru por varios agentes, que luego fueron investigados.
28 de abril del 2011: el Tribunal Superior aplaza el proceso penal para revisar el caso, tras admitir a consideración la petición de la defensa que expone algunas incongruencias detectadas en los listados de los peritos policiales sobre los materiales y productos químicos encontrados en la nave en la que su clientes fueron detenidos.
2 de junio del 2011: el tribunal desestima la petición de sobreseimiento tras estudiar el caso.
10 de junio del 2011: se reanudan las vistas con las declaraciones de varios agentes y expertos en química.
28 de junio del 2011: la defensa de los tres hermanos mexicanos logra que se aplace la declaración de éstos, fechada para este día, después de que se admitiese la petición para que el caso sea revisado por el Tribunal Federal, una instancia judicial superior.
15 de agosto del 2011: el Tribunal Superior aplaza la vista del juicio a la espera de que el Federal decida si acepta a trámite el caso de narcotráfico donde están implicados los tres hermanos mexicanos.
28 de septiembre del 2011: nuevo aplazamiento a la espera de que el Tribunal Federal se decida si se han vulnerado o no los derechos fundamentales de los acusados.
25 de octubre del 2011: tras dos aplazamientos, el Tribunal Superior de Malasia permite a la defensa de los tres hermanos mexicanos que exponga ante el Tribunal Federal su argumento sobre inconstitucionalidad y los derechos vulnerados de sus clientes.
14 de diciembre del 2011: el Tribunal Federal desestima la argumentación de la defensa y ordena la continuidad del proceso en el Tribunal Superior.
8 de febrero del 2012: comienzan a testificar los acusados por narcotráfico y desde el banquillo declaran el singapurés Lim Hung Wang, el malasio Lee Boon Siah y José Regino, el menor de los hermanos González Villareal.
9 de febrero del 2012: el equipo de abogados de la defensa termina de exponer sus argumentos y testifican Luis Alfonso y Simón González Villareal, el mayor y el segundo de los hermanos mexicanos, quienes explican que aceptaron la oferta para encargarse de la limpieza de una nave industrial en Joho Baru, en la que fueron detenidos, mientras aguardaban un empleo en la vecina Singapur.
26 de marzo del 2012: el Tribunal Superior deja visto para sentencia el juicio.
17 de mayo del 2012: el magistrado Mohamed Zawawi Saleh del Tribunal Superior, conocido por el apodo del “juez soga”, halla culpables a los tres hermanos mexicanos y los dos cómplices y los sentencia a morir en la horca. La defensa anuncia que acudirá en última instancia al Tribunal de Apelaciones
14 de agosto del 2013: el Tribunal de Apelaciones ratifica en decisión unánime la sentencia a la pena capital.
A los tres hermanos mexicanos solo les queda pedir clemencia a la Corte Suprema y al rey.