La moneda está en el aire
En la opinión de Alejandra Caballero
Por fin llegó la gran final y ahora una final aún más anhelada pues regresa a la capital del país, con dos de los equipos más importantes, dos de las aficiones más grandes viéndose las caras una vez más en el clásico joven.
Fue tanta la expectativa que muchos nos quedamos sin boleto, a menos que se hayan animado a formarse por horas y horas en las taquillas del azul, aguantando el caos de la gente que tuvo que aguantar empujones y más, o que hayan sido socio águila y con un poco de suerte lograran terminar el proceso de la compañía que vendía por internet los boletos y así disfrutar de la gran final en el Estadio Azteca.
Si como yo, ninguna de las dos opciones fue la suya veremos la final en la comodidad de nuestros hogares o en algún lugar con los amigos, esperando un domingo lleno de emoción.
Porque ya vimos que la final no está ganada para ningún lado, a pesar de que La Máquina se quedó con un gol de ventaja y muchos ya los dan por campeones, lo cierto es que en esta ocasión no pudieron golear como lo hicieron con Santos. América les dio pelea e incluso pudo empatar o dar la vuelta al marcador, pero la contundencia no los acompañó, además de que tampoco pudieron superar la barrera inamovible llamada Jesús Corona quien detuvo cada uno de los balones que llegaron a su portería.
Lo cierto, creo yo, es que este es el momento del Cruz Azul, en ninguna de sus otras miles de finales que había jugado había llegado con tanta firmeza a pelear por el campeonato, con un equipo contundente, con un porterazo de selección mexicana, con delanteros que saben concretar las jugadas como Chaco, Teófilo o Chuletita.
Y qué hay del arbitraje de Jorge Antonio Pérez, como dicen por ahí… parece que le dio miedo, apenas repartió dos tarjetas amarilla para cada lado cuando se cometieron muchas más, algunas incluso debió ser expulsión el cabezazo de Mosquera al Chaco, sin embargo el árbitro central dejó que se calentara el encuentro.
La máquina ahora llegará al Azteca con la ventaja de un gol, ¿qué pasará más? La capacidad de las águilas para remontar o una máquina que sepa jugar bajo la presión del Azteca y pueda aumentar la ventaja…
Los dos mueren de sed de ganar, para los dos sería un fracaso, prácticamente la moneda está en el aire y puede caer en favor de cualquier lado.