El Milagro Americanista
En la opinión de Alejandra Caballero
Para muchos fue cuestión de fe, otros creían firmemente en que el equipo lo lograría, unos más ya festejaban el campeonato de Cruz Azul, lo cierto es que el milagro se hizo y en el Estadio Azteca, América se convirtió en campeón de la Liga Mx.
La Máquina reafirmó su maldición, renovó su credencial de Alcohólicos Anónimos y todo cambió en tan sólo unos segundos que los dejaron fuera de la Gloria.
La verdad es que yo ya me había resignado a ver a los de la Noria como campeones y lo cierto es que era un equipo que lo merecía, o al menos así lo demostró desde la Copa Mx hasta el partido de ida de la final, pero después… ¿una vez más les dio miedo, se conformaron, creyeron que teniendo la ventaja numérica y en el marcador ya nada más podía ocurrir?
A la Máquina se le terminó la potencia. Aquivaldo nos hizo revivir, aunque parecía ya imposible faltando sólo unos minutos para que sonara el silbatazo final, puso el marcador 1-1 y después un tiro de esquina se convirtió en un remate de Moisés Muñoz desviado por Alejandro Castro que se fue al fondo de la redes.
Inmediatamente después llegó el silbatazo final con la incredulidad de los cruzazulinos, la euforia para los americanistas que vieron revivir a su gente y seguir peleando hasta el último minuto.
Los tiempos extra se agotaron y llegó la agonía más grande que puede haber en el fútbol… los penales, donde todo lo ocurrido anteriormente se resuelve con una portería, un anotador y un portero, nada más.
Y ahí se dictó sentencia, los villanos terminaron siendo Chuletita Orozco y Alejandro Castro, mientras que América anotó cada uno de sus penales y levantaron la Copa.
Esa sensación de ver a tu equipo campeón, sólo los amantes del deporte más popular del mundo la pueden entender y lo mismo pasa con aquellos que se preguntan qué pasó con Cruz Azul, por qué una vez más no ganó, tendrán que volver a esperar y tratar de aprender a confiar en que esa vez sí ocurrirá.
La mitad del país es feliz, la otra mitad no, lo cierto es que hay un campeón, el milagro americanista llegó.