Marcos Aguilar

Mucho eco ha provocado en esta semana el tema periodístico sobre la presunta red de corrupción que se señaló al seno de la fracción panista en la Cámara de Diputados federal.

La tempestad llegó hasta la figura del diputado queretano Marcos Aguilar Vega, quien se ha visto envuelto en tremendo “culebrón” mediático, tanto a nivel nacional como a nivel estatal.

El protagonismo al que está habituado el legislador, en poco o nada ha ayudado a calmar la tormenta noticiosa en que se ve hoy inmiscuido, incluso hay quien piensa que Marcos Aguilar, en un momento dado, pretendió “apagar el fuego con gasolina”; pero vamos por partes.

Marcos Aguilar es un serio aspirante a contender por la presidencia municipal de Querétaro, incluso podríamos decir que es el más aventajado en esa “pista”, por encima de otros panistas y de priístas que aspiran al mismo cargo.

Esa ventaja parece, de primera impresión, ser la manzana de la discordia en el ámbito político local. Y es quizá esa ventaja, la que motiva o provoca que en ciertas ocasiones el diputado en comento, se sienta con la suficiencia de su ventaja o mayor capital político. Ese “plus” muchas veces se convierte en su contra; cuidar tanto la delantera, lo puede hacer perder la carrera.

Ese mismo “plus” podría ser el que provoca que Marcos Aguilar quiera cuidar su ventaja, quiera siempre encasillar cualquier contexto, cualquier escenario, cualquier circunstancia que le sea adversa, como una consecuencia de acciones llevadas a cabo por sus oponentes políticos, específicamente por priístas afines a gobierno del estado de Querétaro.

Pero fuera de ese contexto, fuera de la política o “politiquería” local, el diputado no se ha puesto a pensar que él es uno de los cercanos al coordinador de su fracción, Luis Alberto Villarreal -hoy “enlodado por el mismo fango” que alcanzó a Marcos- mismo que, a su vez, es cercano a Gustavo Madero, quien busca ser reelegido en la dirigencia nacional de Acción Nacional.

Curiosamente dos de los siete señalados por el diario Reforma como parte de la red de corrupción, José Martín López Cisneros y Aguilar Vega, han “levantado la mano” por sus respectivos municipios Monterrey y Querétaro; ambos gobernados por el PRI y donde en 2015 habrá también cambio de gobierno estatal. ¿No será que esta campaña de desprestigio deviene de algún interés por la dirigencia nacional del propio PAN?

Por lo pronto, habrá que ver como se desarrolla esta trama donde el propio Marcos ha montado ya una producción que tiene como escenario la Procuraduría de Justicia Estatal.  Al tiempo.

 @DiodoroOCS