Se esfumó el sueño de Chivas

Santos se encomendó a sus propios beatos para conseguir su boleto a la gran final del futbol mexicano, dejando atrás malas rachas en las últimas tres semifinales, de la mano del entrenador Pedro Caixinhia.
El escenario esta pintado para que Chivas avanzara a otra final. Todo era fiesta en el Estadio Omnilife, sin embargo, el equipo de Torreón goleó 3-0 a Chivas para convertirse en el primer finalista del Clausura 2015 y terminó con una temporada más que soñada para las Chivas, en la que primero se salvó del descenso y luego se volvió contendiente por el título.
El Rebaño se desdibujó por completo en su propia casa, en la cancha sólo existieron de vez en cuando, no tuvieron hambre a diferencia de los laguneros que fueron inteligentes y contundentes.
José Manuel Chepo de la Torre especuló demasiado con su planteamiento y lo pagó caro. Las Chivas no impusieron su localía, fueron inseguras, no propusieron un compromiso, que en teoría les beneficiaba luego del empate sin goles en la ida.
Con gran tensión arrancó el juego pues en menos de cinco minutos Néstor Araujo ya estaba pintado de amarillo por una obstrucción en el mediocampo.
El Guadalajara fue víctima de sus propios errores. Los tres goles recibidos ante Santos llegaron a raíz de que el Rebaño pecó de más y Santos lo supo aprovechar a la perfección en cada acción. Ahí estuvo la diferencia en las semifinales de este Clausura 2015.
La primera media hora de juego no tuvo ningún dominador, pues el balón transitaba de un equipo a otro, pero no se lograba superar el ecuador del terreno de juego.
El primer tanto, como lo cocinaron los Guerreros en el primer tiempo, llegó luego de la presión en el centro del campo para evitar que Chivas generara acciones de gol. La recuperación a medio campo fue la clave y de ahí se construyó poco a poco la jugada qué terminó con el gol de Djaniny, tras un error defensivo, que dio vía libre para que un santistas se colara por la banda derecha y pusiera un pase para que Tavares abriera el marcador.
La furiosa respuesta por parte de Chivas llegó enseguida. En un tiro libre de Marco Fabián al minuto 41, Marchesín se estiró cuan largo es para mandar el balón a saque de esquina y en el cobro, nuevamente agigantó su figura con una buena atajada sobre la línea de gol.
Para la segunda mitad, el Rebaño sabía que un par de goles los podrían en la final; sin embargo, la escuadra rojiblanca estuvo desconcertada, desubicada y con un notorio miedo a hacer cosas diferentes cuando tenía la pelota.
Después de un disparo que en teoría no era difícil para Luis Michel, el portero se complicó solo y regaló un tiro de esquina, que segundos después terminó en gol de Carlos Izquierdoz tras un remate de cabeza, para el 2-0 que sentenciba el pase a la final del cuadro norteño.
El conjunto del Chepo comenzó a mostrar signos de desesperación. Si ya se notaba crisis en el terreno de juego, la endeble actuación del Guadalajara se evidenció aún más al minuto 67, pues Néstor Calderón sorprendió a Luis Michel de larga distancia para el 3-0 definitivo; tomó el balón cerca del mediocampo, levantó la vista, dio un paso y mandó el esférico al ángulo superior del arco del portero rojiblanco que nada pudo hacer para evitar la goleada.
Algunos aficionados de las Chivas abandonaron el Omnilife incluso antes de que se acabara el partido a pesar de que era una semifinal.
Luego de esta anotación el juego bajó nuevamente de intensidad, las Chivas no encontraron la forma de recortar la distancia y al 85, Tavares estuvo apunto de marcar el cuarto tanto de la tarde, pero el poste le dijo que no.