Astillero. Ni aunque fuera legal. Julio Hernández López
Extraña construcción conceptual (y virtual confesión involuntaria) de un político bajo ácidas acusaciones relacionadas con enriquecimiento cuando menos inmobiliario: “Después de esta experiencia”, dijo Enrique […]
Extraña construcción conceptual (y virtual confesión involuntaria) de un político bajo ácidas acusaciones relacionadas con enriquecimiento cuando menos inmobiliario: “Después de esta experiencia”, dijo Enrique Peña Nieto al periodista Carlos Marín en relación con la Casa Blanca y la eventual aparición postsexenal de otras propiedades lujosas que ahora se compraran, “ni siquiera me anima, ni deseo tengo, y aunque lo hiciera de forma legal y legítima, por ahora, de adquirir algo”.