Tambores de guerra

Los partidos políticos todos, desde sus respectivas trincheras internas, alistas ya las armas.

Van a la guerra, a la guerra electoral del proceso que ya comenzó.

Y preparan ballestas, arcos y flechas. Su caminar es distinto, retador “echando mano a sus fierros como queriendo pelear”.

Y en sus Consejos Políticos Nacionales – hoy fueron en tres partidos – se escuchan ya los tambores de guerra.

Allá, en la CDMX, se realizó la XLI Sesión Extraordinaria del CPN del PRI. Aprobaron los métodos de selección para todos los cargos.

Aquí, el Consejo Político Estatal de ese partido, se reúne hoy, a las cinco de la tarde, en deshoras de un fin de semana.

Pero esa fue la orden.

Allá, el dirigente nacional de ese partido, se aventó contra MORENA para decir “no a los partidos que como MORENA, pretende hacernos retroceder cien años en la historia”. Y le redescubre a AMLO, “sus deseos de convertir a México en otra Venezuela”.

Aquí, en una reunión que superó las 200 personas, es Lalo Carrera Perrusquía quién encabeza el Instituto Político

Empresarial del PRI.

De trato amable y de sonrisa fácil, Lalo exhibió la noche del jueves un lenguaje directo, combativo, propio de estos tiempos de calentamiento electoral.

“La elección no se va a ganar con los errores que comenten los de enfrente” dijo Lalo, en clara alusión – nunca dijo el nombre – al alcalde Marcos Aguilar.

Allá, arreó Ochoa Reza también contra el Frente, “Frente sin pies ni cabeza”. Al queretano Ricardo Anaya lo condenó con la muy fuerte palabra de la traición. “Y así va, de traición en traición…el ponchado niño maravilla”.

Aquí, Lalo Carrera, centra su discurso también en el fortalecimiento interno, “siendo mucho más autocríticos, corrigiéndonos donde nos hemos equivocado y trabajar muy duro con los mejores proyectos y las mejores ideas”.
Lalo Carrera sustituye en este organismo a Homero Sibaja.

Presidía la sesión de Toma de Protesta del IPE, el Lic. Vicente Gutiérrez Camposeco, dirigente nacional de esta asociación.

En su discurso, Lalo Carrera dijo que “llegó el momento de hacer política con congruencia, prestigiemos la política, prestigiemos al empresariado. Juntos vamos por un mejor Querétaro y por un mejor México. Estamos listos para sumar y para trabajar”.

Y se hicieron presentes los empresarios queretanos, los de apellido Torres Landa, González Tafoya, Espinosa Larraicoechea, Hernández Estrada, González Argaiz o Pineda Cruz. Son hombres y mujeres que han tomado a la empresa como su forma de vida y al PRI como su expresión en la política.

Hizo también uso de la palabra el Lic. Pancho Pérez Rojas, el combativo presidente del Comité Ejecutivo Municipal de Querétaro.

Y anda en lo suyo. Quiere la alcaldía. Es de los que hablan de frente.

“No debemos solamente confiarnos en los errores de la pésima administración municipal que tenemos hoy los queretanos. Y no vamos a criticar por criticar. Estamos totalmente en contra del abuso y del despilfarro que se tiene de los recursos, cuando no se toma en cuenta a la gente, que es nuestra principal prioridad”.

Ahí y a tan solo un par de pasos, le escuchaba sin siquiera parpadear, el también priista Mauricio Ortiz Proal, que anda en los mismos empeños políticos de Pancho: Buscar la candidatura priista a la presidencia municipal de Querétaro.

Y viera que carrera parejera están haciendo. Ya la analizaremos en esta misma columna.

Y son, también estos, los tambores internos de guerra por el proceso electoral que ya camina.

“Hoy vemos que Querétaro está sumido en la inseguridad. No hay una movilidad, quieren cambiar los coches por bicis…pero no podemos perjudicar a la mayoría por caprichos y favores de campañas anteriores”, dijo Pérez Rojas.

Y agrega:

“Somos los priistas los que tenemos la sangre caliente, los que demostramos la pasión en el trabajo, los que demostramos que realmente nos gastamos los zapatos con la gente, los que realmente abanderamos las causas sociales y hacemos propios los problemas de la gente… es el PRI el partido que encabeza las causas sociales” remató Pancho Pérez Rojas.

Son los tambores de la guerra electoral los que ya se escuchan.