Razones del triunfo

“Ganamos para servir desde el poder y no para servirnos de él, para lograr que en todos los rincones del Estado, desaparezca la desigualdad, el olvido y la injusticia”, Francisco Domínguez Servién, gobernador electo del estado de Querétaro.

Los resultados en la elección de Gobernador del Estado del pasado 7 de junio, han dado origen a la publicación de una importante cantidad de análisis en la prensa local, en la mayoría de ellos se examinan y se señalan los errores y debilidades del Partido Revolucionario Institucional y su candidato, pero son pocos, en los que se advierte sobre los aciertos y fortalezas del Partido Acción Nacional y su abanderado que dieron pie a la tercera alternancia en nuestra entidad.

Ante este panorama y aprovechando el espacio que desde hace algunos años me otorgan mis amigos de Códice Informativo, me permito compartir con usted estimado lector, las principales razones que, considero, contribuyeron al triunfo de Pancho Domínguez:

1.- Suma de liderazgos en torno a Pancho 

En un fin de semana de mediados de marzo, el colorido cielo particular de la capital queretana permaneció oscuro ante el embate de una tormenta que azotó nuestra ciudad por más de treinta y seis horas. No obstante, en la zona norte del municipio, el panorama era luminoso para Pancho Domínguez quien, en Juriquilla, lograba lo que parecía improbable: reunir en torno a él, a Felipe Calderón y Gustavo Madero, liderazgos que desde hace algunos años se encuentran distanciados.

A lo largo de la campaña las más representativos figuras nacionales del blanquiazul acompañaron en sus mítines a Pancho. Vimos a Margarita Zavala, Josefina Vázquez Mota, Rafael Moreno Valle, Ernesto Cordero, Ricardo Anaya, Felipe Calderón, Gustavo Madero y Santiago Creel, entre otros, empujar hacia el frente sus brazos mientras coreaban el “ya llegó, ya está aquí, el que va a sacar al PRI”. 

El acompañamiento de liderazgos nacionales cimbró al panismo local, el cual, en su mayoría, se volcó con entusiasmo en torno a su abanderado al Gobierno del Estado.

2.- El candidato

Francisco Domínguez ha logrado lo que pocos políticos en México pueden presumir: derrotar en cuatro elecciones consecutivas al PRI. En Pancho se conjuntan varias características personales que lo vuelven muy atractivo al electorado. El hoy gobernador electo disfruta hacer campaña, es carismático, empático, le gusta el contacto con la gente, mira de frente y siempre escucha.

Pancho es perseverante, crece frente a los retos y es incansable.

Pero lo más importante es que en sus distintas responsabilidades públicas, ha dado resultados, lo que le fue reconocido por el electorado con su voto el pasado 7 de junio.

3.- Estrategia de campaña e imagen

Una campaña exitosa parte de una atinada lectura de la realidad. Los estrategas de Acción Nacional lo hicieron e identificaron correctamente los principales temas de interés para los queretanos. Un cuestionamiento serio, informado, puntual sobre la seguridad y la movilidad, más aún una propuesta integral, atractiva y alcanzable sobre estos temas, le acarreó una buena cantidad de votos al PAN. 

Por otra parte, la imagen que se proyectó de Pancho coincidía con su atractivo frente al electorado. En los impresos, espectaculares, vídeos y audios se presentaba a un candidato fresco, carismático y cercano a la gente.

Mención aparte merece la estrategia denominada “Somos Más”, la cual mediante una buena dosis de alegría, ritmo y color, distinguió a la campaña de Pancho del prototipo de las que habíamos conocido con anterioridad.

4.- Equipo de trabajo 

Pancho lo repitió una y otra vez: “ No soy sólo yo, soy parte de un gran equipo, un equipo de todos”.

El grupo de trabajo que acompañó al candidato del PAN, conjuntaba experiencia y juventud; conocimiento y operación; pasión y prudencia.

Desde los jóvenes de “Di la Neta” hasta los no tan jóvenes del “War Room”, pasando por el numeroso grupo de “Estampida Azul”, se trabajaba bajo un sólo objetivo: GANAR.

En la campaña aportaba desde el muchacho que vivía su primera experiencia electoral hasta el panista emblemático de mil batallas.

Durante sesenta días se vivieron jornadas extenuantes de trabajo de más de 14 horas, lejos del hogar, del esposo o esposa, sin la alegría de los hijos, pero con una gran convicción: Luchar por un Mejor Querétaro, un Querétaro de Verdad.

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