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¿Qué sigue a la escasez de gasolinas?

Por Andrés González - 09/01/2019

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

Ni la situación de escasez de gasolina ha variado, ni los ofrecimientos de palabra de que “pronto se restablecerá el suministro” se han cumplido en […]

 ¿Qué sigue a la escasez de gasolinas?

Ni la situación de escasez de gasolina ha variado, ni los ofrecimientos de palabra de que “pronto se restablecerá el suministro” se han cumplido en su totalidad.

Tampoco las filas en las estaciones de servicio se acortan. Y crece el descontento que se generaliza entre los usuarios de este servicio.

PEMEX – que si informa – asegura en su comunicado 03 de este martes 8, que “ se trabaja arduamente para erradicar el robo de combustible” pero también para “atender los retrasos en el suministro de hidrocarburos”.

Todos estamos de acuerdo – creo yo – en que se ataque y desaparezca el robo de combustible, que se denuncien las “mangueras clandestinas” que desde el interior de las refinerías existen, al menos en la de Salamanca, pero que también, en esa “guerra del huachicol” se dañe lo menos posible al ciudadano y cliente de las estaciones de servicio.

En tanto, PEMEX divide y diferencia los avisos para los ya más de ocho estados donde la escasez de gasolina está entrando a un periodo crítico.

Para Querétaro – que es lo que nos interesa – lo avisos viene religiosamente a través del señor secretario de gobierno. Y tampoco varían.

Se habla ya de “14 mil barriles diarios que vienen para mañana” pero Unotv cita una escalofriante cifra de perdidas “por más de 175 mdp debido a esa problemática” de acuerdo con empresarios del estado. También estos desconocen cuándo se normalizará el servicio. Ese mismo medio señala que “al menos 100 estaciones del estado están fuera de servicio”. Lo cierto es que ni los 14 mil barriles de antier ni los 15 mil que llegarán este día, están siendo suficientes para responder a la demanda de los sedientos tanques de los automóviles queretanos.

Por eso las filas no desaparecen. Todo esto hace crecer la desconfianza del usuario.

Ya les diremos otras cosas cuando los informadores veamos que ya no hay filas en las estaciones de servicio. Por desgracia, eso no ha pasado aún.

Y es que, desde la presidencia de la república misma, hasta la paraestatal PEMEX o la Secretaría de Energía, nos recomiendan a los medios no crear pánico con nuestras informaciones. Pero el pánico no lo inventamos nosotros, lo vemos en las largas filas de los usuarios cuando van a cargar su tanque, en lo que nos dicen las organizaciones de gasolineros, en lo que vemos.

En Guanajuato, don Octavio Romero, director de PEMEX ofreció al gobernador de esa entidad, Diego Sinhué Rodríguez, enviar 41 mil barriles de gasolina en las próximas 48 horas para “acabar con el desabasto de combustible”. A estas alturas de su dicho, ya solo le quedan 24 horas. Y las filas allá están peor que en nuestra entidad. Sin embargo lo grave es cuando – por un resbalón informativo seguramente – don Octavio le dice al gobernador de esa entidad que “tenemos combustibles para más de diez días en el país”. Así.

Pero… ¿Y luego?

La gasolina sigue siendo el motor número uno que mueve al país. Justo esas declaraciones son las que provocan “pánico” a la gente.

En algunos sectores de la producción y si la escasez se acentúa, lo primero que hacen – a lo mejor usted ya lo está haciendo para no gastar el gas que traiga en su automotor – es bajar el ritmo de trabajo. Suprimir citas o no asistir a reuniones y compromisos lejanos a la ciudad donde usted vive.

Técnicamente este se conoce como “parálisis parcial” del trabajo y que incide directamente en el Producto Interno Bruto. En el PIB.

A esto sigue –porque sencillamente va “junto con pegado” – el encarecimiento de los productos, que ya comienza a resentirse ligeramente. Esto si ya es grave. En esta región centro del país, ya estamos en la antesala de que esto pase.

Después y a la elevación de precios, viene la escasez del producto. Y no me refiero a la de gasolina, sino a todos los productos que forman el consumo básico humano. Al alimento pues.

¿Qué acaso esto no lo ha entendido el gobierno central?

La “Guerra del Huachicol” va para largo. No será una guerra corta. Eso se ve, por la resistencia de los malandrines. Los de campo y los de cuello blanco que abundan en la paraestatal.

Al cierre de ductos – parte operativa de esta guerra – ¿que seguirá?

¿Qué no han visto lo que pasa en Venezuela, país al que este gobierno no quiso ni siquiera amonestar, bajo la premisa de que “respetamos la soberanía de otras naciones”?

Urge que el desabasto se resuelva a corto plazo y que los métodos siguientes para castigar, perseguir y erradicar a los huachicoleres, no se lleven entre las corvas al consumidor.

Este tufo, el desabasto de gasolinas, tiene ya un muy mal olor.

Andrés González

Periodista de toda la vida, egresado de la escuela Carlos Septién García, catedrático en la Universidad de Guanajuato, analista político en radio y prensa escrita, además de Premio Estatal de Periodismo en el 2000.


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