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Los dos dichos

Por Andrés González - 07/10/2015

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

El síndrome de la reciente derrota electoral del PRI en Querétaro, se vuelve a manifestar. Los persigue -¿por cuánto tiempo?- los delata, los pone en […]

 Los dos dichos

El síndrome de la reciente derrota electoral del PRI en Querétaro, se vuelve a manifestar. Los persigue -¿por cuánto tiempo?- los delata, los pone en evidencia por más que quieran taparlo.

Hoy aprendí en la práctica la verdad de dos dichos.

El primero: “No hagas cosas buenas que parezcan malas”.

Y es que, casi a escondidillas, se dio hoy el nombramiento del nuevo delegado del CEN del PRI para Querétaro. Se trata del yucateco Renán Cleominio Zoreda Novelo, un político de carrera, un político de colmillo retorcido y que viene “en primerísimo lugar a sacar adelante la ausencia del presidente del Comité Directivo Estatal y lo necesitamos ya; así como para sacar adelante el proceso electoral que el partido tiene en el municipio de Huimilpan; y vengo a sumarme a este encargo, en representación del Comité Ejecutivo Nacional del PRI”.

Esas son las dos encomiendas específicas para lo que el yucateco fue enviado a Querétaro. Y dicho por él.

Amigo de Calzada -me lo confesó- Cleominio fue compañero de Pepe en el senado, al suplir a la Lic. Ivonne Ortega cuando esta alcanzó la gubernatura de Yucatán.

Pero este martes en Querétaro comenzó con el pie izquierdo.

A eso de las dos de la tarde, las oficinas del CDE del PRI -y ya es costumbre- estaban más solas que un político en desgracia. Nadie deambula por los pasillos y la generalidad de las oficinas, de plano, estaban cerradas.

La presidenta del CDE Isabel Aguilar, cumplía a esa hora con la última parte de la sesión de la legislatura, donde se repartían comisiones, donde se decidía el destino de los directores de alto nivel en ese congreso y que por cierto quedaron pendientes.

Y llega al PRI hasta las 2.45 de la tarde. La toma de protesta -trascendió- estaba para las dos pero tuvo ese retraso.

Y ahí mismo, sin nadie literalmente en el partido, se comienza a armar el evento.

Desde la “Sala de los Presidentes” es la propia Isabel la que comienza a llamar a dirigentes de sectores y organizaciones. A esa hora. Y es que, originalmente, no pensaban invitar a nadie.

“Véngase usted para acá, me urge, tenemos un evento importante”, se le oye decir.

Es cuando le pregunto a Isabel de que evento se trata.

– ¿Cuál evento? Todos los días tenemos aquí eventos.

– El de hoy.

Pero nada me contesta porque el celular -alcahuete al fin de todo lo que no se quiere responder- la distrae.

Dos pequeños escritorios con cuatro sillas estaban ya preparadas en esa Sala de los Presidentes. De pronto, terceras manos comienzan el cambio del mobiliario. Le agregan otras dos mesas y duplican las sillas.

Son ya las 3.07 de la tarde. Sube las escaleras con gran zancada el diputado Jesús Llamas, uno de los invitados a última hora. Llega el delegado, sube tranquilo con la Lic. Ana Bertha Silva Solórzano, quién, con la representación del CEN, tomaría la protesta al nuevo y que supliría a la intrascendente anterior delegada. Anita sigue siendo subsecretaria del CEN de ese partido.

Isabel, en tanto, estaba en plena convocatoria vía celular a líderes de sectores y organizaciones. “Detrásito” de Llamas llega agitada doña Gloria Peralta, la de la CCI. La había sacado de una reunión que se tenía en San Gil con líderes nacionales que integran la COPECOSE y a la que asistían unas sesenta personas. Y es que la llamada de Isabel la alarmó. Y se vino de volada.

Por el Organismo Nacional de Mujeres del PRI -el ONMPRI- entra Rosalba Balderrama, en representación de Lolita de la Torre.

Para esta hora, la reunión ya había iniciado.

Afuera y con la esperanza de ver a la presidenta, hacíamos antesala un servidor y el priista Pepe Mier Barbosa, este en el valedero interés -y además posible- de ser el ungido para la presidencia de Huimilpan. Aquí abundaremos en ello.

A ninguno de los dos nos dejaron entrar.

– Oye -le dice Pepe Mier a Edgar Arteaga- yo soy militante del PRI y tengo mis derechos.

Nada le vale. A me dijo el comunicador que se trataba de una reunión de carácter interno. Bueno.

Presuroso, llega Juan José Ruiz, que sigue en pleno empeño de ser el nuevo dirigente. Las malas lenguas dicen que “especialmente a eso viene” el nuevo delegado, a posesionar a Jota Jota como el nuevo dirigente. Y que con el respaldo absoluto, total, de Pepe.

“Sí, es mi amigo, desde que estábamos juntos en el senado”, expresaría Cleominio. (En serio, así se llama, pues).

Adentro y casi carca de las cuatro, se escuchan aplausos. Ana Bertha le había tomado ya la protesta al nuevo delegado, en lo oscurito, como si buscaran que nadie se enterara.

A esa hora y por los hechos y la forma de hacerlos, el edificio del PRI y en sentido figurado, comenzaba a oler a azufre.

Es el síndrome.

Ya casi para terminar, llega también derrapando y ya cuando la reunión concluía, el Lic. Francisco Pérez Rojas del Movimiento Territorial, otro de los damnificados en las elecciones pasadas.

Ya en entrevista exclusiva, el nuevo delegado me dice que “se respetarán los tiempos del Consejo Político Estatal” para el mes de noviembre -el 24- sin aclarar para cuándo podría venir la Convocatoria emitida por el CEN para este efecto. “Sería por este consejo Político Estatal”, cerró en ese tema.

Dice, en torno a la sucesión para la presidencia, que “el partido tiene métodos ya establecidos para ello… y a esos nos apegaremos”. No dijo ni fechas, menos nombres.

Asegura que todo y para estos dos casos, “todo será conforme a estatutos”. No descartó coaliciones. Pepe Mier a eso iba. A platicarle de esas “coaliciones”. Y las trae buenas.

A pesar de la formalidad del acto, admitida por el propio delegado, este se hizo en privado. Ni un solo periodista, ni uno solo. Ni un solo militante, salvo las dirigencias sectoriales, las de organizaciones.

Isabel, presente en la entrevista, no perdía detalle.

A ella le pregunto:

– La decisión de no acceso a la prensa, ¿de quién fue?

– Nosotros consideramos…

– Usted consideró…

– Sí, pero consideramos que primero lo conozca la gente del partido, de sectores y organizaciones …y después del acto protocolario se daría a conocer.

Apuntala Don Cleo, que la designación era un acto que posteriormente se daría a conocer a la militancia, a la prensa a través de un “comunicado posterior”.

Y ahí es cuando me suelta el nuevo delegado el otro dicho:

Mire usted ‑y desde luego esto no lo grabé- hay tres dichos por los que no hay que creerle mucho a los políticos. No dijo de qué partido, aclaro yo.

Uno, cuando dice “espéreme usted tantito, no me tardo”. Oír eso de un político es casi seguro que se va a tardar. El segundo, cuando el político en un discurso dice: “… y ya para terminar…” Esa es la señal, me dice el nuevo delegado, de que el discurso va para largo.

Y finalmente el tercero que se aplica cuando un político afirma lo siguiente: “…con todo respeto quiero decirle a usted…” Y es precisamente cuando, seguramente, al que se lo dice, le va a faltar al respeto.

De estos dos dichos algo aprendí hoy: “No hagas cosas buenas que parezcan malas”, que se cumplió justamente ahí en el PRI en cómo se hizo el cambio del nuevo delegado. Y el otro dicho, el que le platiqué unas cuantas líneas arriba.

Y los dos son ciertos.

Andrés González

Periodista de toda la vida, egresado de la escuela Carlos Septién García, catedrático en la Universidad de Guanajuato, analista político en radio y prensa escrita, además de Premio Estatal de Periodismo en el 2000.


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