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López Obrador: enfermizo, inmoral y pendenciero

Por Héctor Parra - 09/09/2020

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

Tras negarse el registro de México Libre ante el INE, al día siguiente el pendenciero de López Obrador, a quien no le importa desdibujar la figura presidencial que ostenta, abordó el tema a través de las redes sociales

 López Obrador: enfermizo, inmoral y pendenciero

Foto: Captura de pantalla

Después de que la mayoría de los consejeros del Consejo General del INE, decidiera el viernes pasado negar el registro como partido político a México Libre, bajo fútiles argumentos y sin respaldo jurídico, al día siguiente el pendenciero de López Obrador, a quien no le importa desdibujar la figura presidencial que ostenta, abordó el tema a través de las redes sociales. Arremetió en contra de sus enemigos políticos, en su sabatina participación. Abiertamente, burlonamente, sin tapujos, expresó el odio y resentimiento que aún carga como pesado trauma psicológico, en contra de Felipe Calderón, a quien no perdona el haberle ganado la elección en el 2006.

Digna de análisis la enfermiza personalidad de Andrés Manuel López Obrador, quien recomendó a Felipe Calderón, que convoque a manifestaciones pacíficas, “como lo hacíamos nosotros cuando nos robaron la presidencia en el 2006”.

Vaya deformación psicológica de la realidad, causa fundamental de sus traumas personales. En su rustico y agresivo mensaje, cual bufón, dijo a Calderón que recurra a quienes le ayudaron en aquel entonces, ahí “tienen al Reforma (periódico) que en ese entonces hasta nos contaba y decía en las marchas de protesta que no éramos un millón sino que solo eran 350 mil, hasta nos ponían alfilercitos en las fotografías y con notario público”.

Inconcebible la corriente y pendenciera verborrea de un Presidente. Y siguió. “¡Ah! ¡Los intelectuales orgánicos! Ahí está (Héctor) Aguilar Camín, Krauze, firmaban también”. Su esquizofrenia es evidente. La ciega ira incontenible, refirió que hay quien “votó en contra de él, Ciro, no sé cuál es su apellido”. Clara referencia al consejero del INE Ciro Murayama; y continuó: “el mismo Lorenzo Córdova estuvo a favor del fraude electoral de aquel entonces”. El trauma psicológico del inmoral de Andrés Manuel es evidente.

El “pelafustán de López” no cesaba, arreciaba su agria crítica. Agregó: “Que convoque a sus amigos de antes, de las Cámaras empresariales. Ahí está Claudio X. González, todos los que le ayudaron, las televisoras, los medios de comunicación, en fin, que le ayuden y que salgan a la calle a protestar pacíficamente”. López Obrador, porro de Presidente, invitó que en caso de que no encuentren justicia en México, que vayan a Washington, (ahí) está la Organización de Estados Americanos. Entre sarcásticas risas y muecas alegó: “que no vaya a Nueva York porque, aunque allá está la ONU, también allá está García Luna”. No cabe duda que López requiere de un psiquiátrico. Resabios de comportamiento rencoroso, belicoso del gobernante; Andrés Manuel representa un peligro, necesita de un psicoterapeuta.

El enfermizo continuó fustigando: “Pero sí, pueden ir a Washington con sus amigos de la OEA para ver si les ayudan. Pero que sigan luchando como le hicimos nosotros, no hay que rendirse. Cuando se lucha por una causa justa y cuando se tiene la conciencia tranquila”. López seguirá siendo el mismo porro universitario que lo distinguió por más de 10 años en la UNAM.

Margarita Zavala, promotora de México Libre, después de la absurda negativa al registro, comentó en redes sociales que los criterios que empleó el INE salieron de último momento, recurriendo a “analogías que no están permitidas en el establecimiento de sanciones electorales para lo cual requiere normas expresas”. “Para el colmo del ridículo informaron que de última hora habían recibido una queja contra México Libre que los consejeros afirmaron desconocer y no se preocuparon por saber su contenido, y así sin más contra todo derecho, votaron de manera incongruente e inconsistente violando la ley”.

¿Tuvieron o no razón jurídica los 7 consejeros que votaron en contra de Libertad y Responsabilidad Democrática A. C., que pretende constituirse como partido político? De acuerdo al Dictamen de la Comisión, la A. C. constituida por Margarita Zavala, cumplió con todos los requisitos, establecidos por el Artículo 12, de la Ley General de Partidos Políticos, precepto que establece lo siguiente: “1. Para la constitución de un partido político nacional se deberá acreditar lo siguiente: a) La celebración de asambleas, por lo menos en veinte entidades federativas o en doscientos distritos electorales, en presencia de un funcionario del Instituto, quien certificará: I. El número de afiliados que concurrieron y participaron en la asamblea estatal o distrital, que en ningún caso podrá ser menor a tres mil o trescientos, respectivamente, de conformidad con lo dispuesto por esta Ley; que suscribieron el documento de manifestación formal de afiliación; que asistieron libremente; que conocieron y aprobaron la declaración de principios, el programa de acción y los estatutos; y que eligieron a los delegados propietarios y suplentes a la asamblea nacional constitutiva”.

Siguientes requisitos: “II.Que con los ciudadanos mencionados en la fracción anterior, quedaron formadas las listas de afiliados, con el nombre, los apellidos, domicilio, clave y folio de la credencial para votar, y III.Que en la realización de la asamblea de que se trate no existió intervención de organizaciones gremiales o de otras con objeto social diferente al de constituir el partido político. b)La celebración de una asamblea nacional constitutiva ante la presencia del funcionario designado por el Instituto, quien certificará: I. Que asistieron los delegados propietarios o suplentes, elegidos en las asambleas estatales o distritales; II.Que acreditaron, por medio de las actas correspondientes, que las asambleas se celebraron de conformidad con lo prescrito en el inciso a) de este artículo; III. Que se comprobó la identidad y residencia de los delegados a la asamblea nacional, por medio de su credencial para votar u otro documento fehaciente; IV. Que los delegados aprobaron la declaración de principios, programa de acción y estatutos, y”

Por último: “V. Que se presentaron las listas de afiliados con los demás ciudadanos con que cuenta la organización en el país, con el objeto de satisfacer el requisito del porcentaje mínimo exigido por esta Ley. Estas listas contendrán los datos requeridos en la fracción II del inciso anterior”.

Si la A. C. cumplió con los requisitos de ley, refiere el Dictamen, por obvias razones la consecuencia legal era otorgar el registro. De tal suerte que alegatos como el de estar pendiente de resolver una queja, carece de todo sustento jurídico para negar el registro; o la supuesta falta de identidad de los donantes que apoyaron a la A. C., también adolece de falta de motivación y fundamentación jurídica. Los 7 consejeros que se opusieron al registro, impiden la expedición del certificado de registro a que están obligado el INE, acorde con el artículo 19 de la citada ley.

A pesar de la obsequiosa negativa de los consejeros, el ominoso, inmoral y abominable de López Obrador calumnió a Ciro Murayama y al mismo presidente del Consejo Lorenzo Córdova; ni la lambisconería con Andrés Manuel, los salvó de la ira y desprestigio a que son sometidos por la enfermiza personalidad del Presidente de la República, quien de paso se entromete en asuntos que no son de su competencia. Como “justicia divina”, calificó el ridículo de López Obrador, el acuerdo. Perverso sin límites, se preguntó ¿Cómo iba el INE a otorgar el registro? ¡Se acaba el INE! De por sí están totalmente desacreditados. La lógica jurídica indica que la Sala Superior del TEPJF, no tiene otra salida que revocar el desacuerdo y obligar al Consejo General, del INE, para que extienda la certificación del registro como partido político a México Libre. Digo, si aún existe la vergüenza y se hace valer el Estado de Derecho en México.

Héctor Parra


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